miércoles, 17 de septiembre de 2025

Represión, deseo y la tita Luisa.

 

Definitivamente, mi reino no es de este mundo.

Verticalidad, deseo de dominante contrapuesto al deseo de sumisa, matizados por apreciaciones o referencias de un tipo de impulsos y relación más propio de lo convencional que de lo que en sí significan palabras como sumisión, entrega, dominio, sadismo, masoquismo.

Se pone el foco, o la polaridad de la mirada, en lo que es accesorio a esos términos. Y es lógico si el motor principal, el estimulo fundamental de una persona reside en lo que es contigente a lo que pudiéramos englobar en el término sadomasoquista. Para los del blanco y negro, digo fundamental y no absoluto. En todo caso, los que son capaces de ver el matiz no se ofenderán.

Alguien lo explicó muy bien, mucho mejor de lo que lo pueda hacer yo. Y todo, absolutamente todo, está en estos cuatro párrafos.

La tita Luisa del Amante lesbiano

Quien no lo vea (y me consta que no son pocos los que no son capaces de apreciarlo) están llamados a otros menesteres. Sin duda alguna.

domingo, 14 de septiembre de 2025

Errores

 Los errores tienen dos ventajas: primero, son humanos, segundo, no se pueden demostrar.

miércoles, 3 de septiembre de 2025

La literalidad de los inútiles

 

Que mi reino no es de este mundo es algo que tuve claro desde los primeros momentos en los que comencé a interaccionar en los foros donde supuestamente se citan, nos citamos, aquellos afines al sadomasoquismo en cualquiera de sus formas.

Han pasado casi veinte años, pero recuerdo como si fuera ayer la conversación con una de las de entonces "sumisas de referencia", en un lugar antecesor de éste como espacio virtual de encuentro. Me pareció, en el incipiente caldo de cultivo del mundo pre-facebook (aunque posterior IRC) que aquella mujer poseía una sensibilidad diferente, y que disfrutaba de los atributos y capacidad que habría necesariamente de tener aquello que había ido a buscar.

No era así, claro. Lo único que pudo acreditar fue un manejo del medio increíble y las habilidades necesarias para medrar y manipular en un entorno grupal. En lo referente a lo que es necesario para el desarrollo de una relación basada en intercambio de poder, o en impulsos sadomasoquistas, nada de nada. Una absoluta nulidad.

A aquella perla de la manipulación social se le ocurrió preguntar públicamente cuál era el valor de una sumisa. Por respuesta (privada, como suelo hacer aún hoy) le mande la letra de "Inutil paisagem", de Tom Jobim, y como contestación va y dice:

"¿Me estás llamando inútil?"

Esto ya lo conté en su momento, por ahí debe estar la entrada. La sorpresa inicial ante tan obtusa respuesta, aparte de revelarme a alguien incapaz de ir más allá de lo literal en algo tan figurativo como un poema, me mostró descarnadamente la línea que separa a los que son de los que quieren ser.

Y nada parece cambiar. Hoy he disfrutado de un nuevo momento de visión literal. Tan impactante como aquel, porque no lo esperaba del interlocutor. No debería sorprenderme, pues esa falta de visión y de capacidad es cada vez más frecuente, sobre todo en el universo en el que el "querer ser" parece aval suficiente para embarcarse en cualquier empresa, sin importar que el sujeto que desea carezca de la más elemental y obligadamente necesaria capacidad para acometerla.

Lo malo no es eso, pues si se estrellan solos, allá ellos. No, lo peor es que encima suelen hacer ostentación de su ceguera, exponiendo sin rubor las conclusiones a las que les lleva una ridícula capacidad de observación, aventurándose a evaluar algo que ni siquiera son capaces de concebir que pueda ocurrir, ser o existir.

Desde luego, en cierto modo, ellos mismos responden a la pregunta que en su día me lanzó su ilustre antecesora.

Hoy, sí, literalmente, digo que sois, que eres una inútil. No hay nombre que lo describa mejor.

miércoles, 30 de julio de 2025

Uno mas

 

Nuevo punto y aparte. Aquí queda la referencia de lo anterior. Que en esencia vale, pero ahora la forma será diferente. Como es natural, claro.

“Quod natura non dat, Salmantica non præstat“

Oddly plain and mature Sir. Polite, well mannered, and mostly interested in kinky pure domain and strong severity.
Dom by nature, in a classic way. I am used to command and manage the scene, and therefore the accurate counterpart is required.
Living in Madrid.

Señor natural de cierta edad. Maduro, de carácter Inquieto, reservado y templado. También firme y severo.

Dominante por naturaleza, sin matices postmodernos. Mando y llevo las riendas. Buscador de quienes me hacen disfrutar y disfrutan a su vez del placer de mi condición, sin mayores misterios. No encuentro valor ni atractivo en lo primario, animal o visceralmente básico más allá de ser base para deseos más elaborados (que no complejos).

Me gusta hablar, conocer, y consumar la complicidad más allá de las palabras. Si quedar para vernos no es lo tuyo, yo tampoco lo soy.

Sólo en Madrid.

sábado, 5 de julio de 2025

El ritmo

 La elegancia nunca tiene prisa.

Excusas

 Desde que se inventaron las excusas se terminaron los errores.

viernes, 13 de junio de 2025

La soberbia de la mediocridad

 

Escribo bien. Bastante bien. O muy bien. Rara vez mis textos carecen de estilo, corrección y contenido. Incluso diría que no es raro que haya espacio a la ironía sin ser hiriente, y a cierta lectura entre líneas. Pero dejando al lado la virtud de comunicar efectivamente, que eso no siempre lo alcanzo con precisión (es más, a veces divago en exceso), formalmente el resultado suele ser pulcro, bien estructurado, cuidado en la redacción y con el debido respeto a la gramática.

Redactar con corrección es una cualidad cada vez menos frecuente. Supongo que por una falta creciente y más extendida de desarrollo de las habilidades básicas de redacción. Lo que incide en un nivel medio de la capacidad de expresión y comprensión lectora que deriva hacia una patente y lastimosa mediocridad.

El caso es que últimamente, con mayor frecuencia, me suelen acusar de mandar mensajes de corta y pega. Es curioso que algo bien redactado lleve a pensar en eso. Yo, la verdad, es que no necesito hacerlo. Si alguien me estimula de alguna forma, es motivo más que suficiente para que el texto fluya de forma apropiada. Cuanto mayor es el estímulo, mejor suele resultar el mensaje.

No sé, quizá deba medir mejor a quién le regalo ciertos textos. No tanto por que sea un desperdicio, como por la evidencia de que quizá vaya perdiendo la capacidad para detectar imbéciles con claridad.