Has vuelto a las andadas.
Has vuelto a no cumplir y a excusarte culpando a cualquiera que pasaba por allí.
Es mucho tiempo ya. Estás en una edad en la que ya debiste dejar atrás el comportamiento de adolescente idiota.
Te lo pondré en un párrafo sencillo, para que no tengas lugar a la menor duda.
Estás para complacerme. Cómo, cuándo y dónde yo quiera. Mis deseos son órdenes, y si mi deseo no es satisfecho pierdo el interés en ti. Y eso vale para cada día, cada minuto. La satisfacción de ayer no te da nada para mañana si no cumples hoy.
Puede parecerte injusto, abusivo, excesivo, humillante....pero sobre todo, es lo que viniste a buscar.
No obtendrás jamás otra cosa. Te quiero para que me complazcas. Sin más.
Estás destinada a complacer. Aunque si es necesario explicártelo así, por mucho que lo desees, no lo vas a asimilar jamás.
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