"Si eres machista, tránsfoba, homófoba, xenófoba, etc. NO nos vamos a llevar bien"
No sé en qué momento dejamos que tomaran el mando del discurso público. Sospecho que el punto de no retorno surgió cuando autoridades diversas dieron sustancia a los desvaríos de una adolescente malcriada con aires de ecologista. En aquel momento ya, en el fondo de todo eso, percibí un movimiento que bajo una máscara de buenísimo buscaba quebrar un orden para establecer unas reglas aparentemente más amplias y acogedoras y en realidad mucho más restrictivas y excluyentes, aptas sólo para la sensibilidad de unos pocos ocultas tras un falso manto de universalidad. Ante la falta de freno y la muda aquiescencia general (pude comprobar que en mi entorno cercano, personas con carácter y juicio defendían unas posiciones delirantes. Ahora ya no lo hacen, incluso lo combaten), florecieron como setas movimientos organizados de tarados acomplejados de variopinta condición reclamando el fin de su pretendida marginación. No eran (son) más que el clásico "quítate tú para ponerme yo".
Ahora es ya demasiado tarde, solo queda esperar que en su desmesura se autofagociten (necesitan constantemente un enemigo para respirar) espontáneamente.
Lo más acojonante es que estos enfermos buscan la cuadratura del círculo.
Seres esencialmente asociales buscando SU consenso en una ¡¡¡¡¡¡red SOCIAL!!!!!
¡Qué añoranza de los frenopáticos, de verdad!
martes, 15 de octubre de 2024
La happyflower petulante normalófoba
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