Es una expresión banal, pero refleja un hecho cierto: se tiene o no se tiene.
Hay de un tipo de luz que no se ve en las imágenes o vídeos. No la anuncia el lenguaje corporal ni siquiera la gestualidad de la cara.
Se asocia a brillo, pero puede llegar a ser terriblemente oscura. Tanto que no puedes mirar directemente a esos ojos, ni mucho menos permitir que sepan que lo haces.
Me encanta cuando las frases hechas desvelan un trasfondo tenebroso. No digas que no te avisé.
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