Cuando me preguntan qué debe tener una persona para que desee someterla, respondo invariablemente que tenga una inequívoca inclinación (que no evidente, que es otra cosa) a ser sometida, sea coherente con ello en personalidad y carácter, y que su deseo sexual también sea acorde a lo anterior.
Pero rara vez menciono expresamente algo que es esencial, y es que sea sutil. Que capte y use de la sutileza y sus infinitos matices. Supongo que, como en mi subconsciente este es un atributo que va ligado a los que sí menciono, lo doy por supuesto.
Indudablemente, creo que peco de optimista en algunas ocasiones. Lo tendré que decir más a menudo de ahora en adelante. Para evitar supuestos que no lo son.
No hay comentarios:
Publicar un comentario