Leo en un escrito:
"El campo de las emociones es difícil de predecir".
Realmente no, no es difícil, pero deja demasiado al azar. Es por tanto un error tremendo hacerlo. No hay que permitir tal grado de libertad, y por lo tanto de indeterminación. Hay que inducir, dirigir, determinar la respuesta emotiva. Como cualquier otra.
Sólo así el dominio es eficaz.
Pero desgraciadamente, se estila poco, tanto por parte de quién ha de inducir como por quién es manejado. Quizá por falta de capacidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario