martes, 31 de diciembre de 2024

La naturalidad del sexo

Como todos los años por estas fechas, me regalan varios libros. Uno de ellos ha resultado ser una grata e impactante sorpresa. Lo escribe un tipo de esos que tienen el epatar impreso en su ADN. No deja de soltar coces por doquier a todo lo que se mueve. Vomita pensamientos y puntos de vista inesperados sin cesar, sin previo aviso, entre las líneas de la breve historia que cuenta.

Naturalmente, no es para tomarlo en serio; la provocación por sistema, aunque sea inteligente, busca el golpe de efecto, la agitación, la tensión, el foco, la mirada. Pero ese torrente de frescor a veces insufrible trae envueltas ideas que son dignas de ese nombre, y que merecen al menos un tiempo de consideración.

Entre muchos temas, de todo tipo y condición del mundo actual, trata el de la mercatilización del sexo, como se imbrica en las distintas sociedades (no sólo en la occidental) y las relaciones que se establecen entre ellas. Hay un apartado sobre el sadomasoquismo, que no queda muy bien parado, al que viene a definir como un entretenimiento de seres aburridos incapaces de obtener placer con naturalidad. Más o menos.

No sé cómo se ha documentado, o la experiencia que tiene sobre ello. Aunque las disquisiciones que ofrece sobre dolor, placer, sexo, deseo y conducta del individuo en su interrelación social no son desdeñables. Me ha hecho pensar sobre parte de los axiomas que he ido estableciendo a lo largos de estos últimos años. Y la consecuencia es que quizá alguno de ellos no es tan irrefutable como pensaba.

Acabaré pronto el libro. La resaca me va a durar bastante más. Pero creo que me gusta mirar desde el nuevo punto de vista que he encontrado. Otra cosa será que decida hacer algo más que observarlo. El tiempo dirá.

jueves, 26 de diciembre de 2024

Opiniones y hechos (Maneras de vivir)

"Cada uno tiene su forma de ser y vivir,y no creo que sea motivo de opinión ajena"

¡Ay, querida! Motivo de opinión es cualquier cosa, no tienes más que mirar alrededor. ¡Si ya hasta la prensa seria es un mero repositorio de opiniones!

Y sí, cada cual baja las escaleras como quiere. Pero las normas y protocolos son, y no son matizables. Otra cosa es que se observen.

Lo que no vale es tomar parte según gusto. Por supuesto, se puede hacer. Pero se cumplen o no cumplen, no hay medias tintas.

Si se tiene el valor de retorcerlos a conveniencia, se ha de tener el mismo para reconocer que no se es capaz de cumplirlos.

Dicho esto, soy consciente de que la disciplina no tiene valor en la sociedad que valida comportamientos meramente sensitivos.

Feliz Navidad

Epílogo a una extraña relación.

De comidas y placer

Hay quien ni se imagina con una polla en la boca.

También quien lo hace casi por obligación, sin disposición alguna.

Luego está quien lo ve como un acto de justa correspondencia, un quid pro quo oral, con balance positivo al final.

Desde luego, no faltan los movidos por la condición de complaciente obediencia.

Por supuesto, los que disfrutan del acto enmarcado en la actividad sexual.

Finalmente, están quienes parecer obtener más placer chupando que el receptor de la atención. No sueltan el objeto de su placer. Demoran las caricias, el contacto, saboreando cada milimetro en cada segundo. La mirada es inequívoca, con un fulgor entre calmado y satisfecho muy, muy particular. No hay ansia, ni prisa. Sí una golosa delectación. Tanto que recibir el fruto de su deliciosa dedicación puede considerase una molestia si con ello se acaba la actuación.

Nunca pensé que pudiera tener la sensacion de que quien me está chupando la polla goza más que yo.

lunes, 23 de diciembre de 2024

Desires, wants and being.

Sometimes, I still wonder if desire takes part in defining who i am, or it is just me, my being, who determines my desire.

Mostly, I prefer to believe in the later. Because, in that way, my being is based on something more consistent than the raw search of pleasure.

But there are times that I became what my desire comands.....and the doubt starts all over again.

And always seems I'm able to move one step beyond. But I like it. Indeed.

jueves, 12 de diciembre de 2024

El Evangelio y las redes sociales

Parábola del fariseo y el publicano

A unos que confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, diezmo de todo lo que gano". Pero el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "Dios, sé propicio a mí, pecador". Os digo que este descendió a su casa justificado[i] antes que el otro, porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.
Lucas 18, 9-14

Me resulta familiar la conducta del fariseo.
Veo bastantes por aquí....

Sin valor para vivir

Lo tiene todo, salvo el valor de tomar la decisión de vivir. Le resultó tan fácil manipular desde el talento a los que le rodean, que no se preocupó de desarrollar otras capacidades.

Ahora que le toca tomar decisiones y escoger un camino para seguir adelante, trata de hacer lo único que sabe hacer.

Pero manipularse a si mismo nunca fue un buen negocio. Y como sigue siendo una cómoda, la espiral de su mente terminará por agotar toda opción de futuro decente.

Y aún no tiene los treinta. Qué pena.

¡Qué bien vives!

 

"¡Qué bien vives!", me dijo, con un deje mitad asombro, mitad sana envidia.

"Claro que vivo bien. Muy bien, diría.
Y pretendo seguir así hasta el día en que me muera.", contesté, sin darle la mayor importancia. Y es así, mayormente así.

Por eso me da entre rabia y lástima ver a tantos desperdiciar energía y talento en quimeras sobrevenidas y estúpidas batallas heredadas que en realidad no tienen nada que ver con ellos.

Id con Dios, queridos peones de la nada.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Imágenes

 

Sus imágenes parecían valer por mil palabras. Tan sugerentes, incitantes, calculadas, delineadas con sumo cuidado, gusto y precisión.

Y todas las palabras eran adecuadas, acordes al aroma que desea transmitir. Atractivo inevitable, desde luego. Siempre el mismo relato, sin que sobrara o faltara una coma.

Un día, una imagen dijo mil y una palabras. Sólo una más. Pero resulto que la nueva dejó sin sentido a todas las demás. Y el orden elaborado de aquel discurso perfecto quedó destruido en un breve instante.

El tiempo que se tardó en oír la única palabra que era necesario escuchar.