Aquí está
"Hace ya algunas semanas desde aquella tarde y mi alborotamiento posterior ha ido afortunadamente calmándose.
Me dijo que esa tarde me llevaría a tomar tarta de manzana, me recogería a la salida del trabajo y me puntualizó que me quería (como es su costumbre) con falda y vía libre, lo que en realidad quiere decir que desea tener los menores obstáculos posibles para tocarme, para saciar su curiosidad, para ver como está mi "estado de ánimo" o simplemente para hacer lo que le venga en gana.
Me llevó a un restaurante a las afueras de la ciudad. Por el camino comprobó, por supuesto, si sus indicaciones habían sido obedecidas y mientras conducía, su mano derecha subía por mis muslos pasando del tacto de la media al de la piel...,incluso llegando a mi sexo, comprobando como casi siempre que él está cerca ,que reclama ansioso recibir sus atenciones. Me gusta cuando de sus labios sale un gemido de aprobación.."¡catira cómo estás!".., es una mezcla de sensaciones..a momentos me abochorna en otros me excita, en otros me fascina verlo tan halagado y satisfecho al ver que sus estímulos pronto encuentran respuesta.
Al llegar al aparcamiento me ordenó quitarme las bragas.. yo le sugerí que mejor lo hacia dentro en el baño y él me indicó que o lo hacía en el coche o en el comedor.. pero quería ver como me las quitaba para él... así que obviamente no lo dudé y le obedecí casi de inmediato.
En aquellos días mi ciclo hormonal se encontraba en los días ovulatorios donde mi cuerpo experimenta cambios de los que él es perfectamente consciente.., mi humedad, mi olor, mis ganas lo invaden todo y poco puedo hacer yo por disimular tal "estado". Mi "aroma" a hembra en celo casi se mastica y él disfruta con eso, le agrada le place, le excita y lo provoca todo lo que puede ...mmm (¡dios santo! me estoy excitando recordándolo).
El restaurante era muy agradable, casi vacío, con un comedor muy amplio y unas mesas vestidas con largos manteles que él recordaba perfectamente y muy adecuados para poder jugar a su antojo conmigo. La comida prometía.
A los pocos minutos casi en frente de nuestra mesa se acomodó un grupo con cinco o seis señores jubilados que impresionaba a reunión de amigos que se juntan para hablar en un tono jocoso y divertido. Este supuesto inconveniente no lo fue tanto, al menos para mi Señor que gozaba de lo lindo viendo como su rubia sumisa abría las piernas para él bajo el mantel mientras le obligaba a tragar la deliciosa tarta de manzana que llegaba tras la comida. Un postre delicioso de por sí pero que en las circunstancias en la que lo comimos fue sin duda el mejor manjar que han probado mis labios en los últimos tiempos. Sentir en mi boca el dulce sabor de manzana junto con sus dedos dentro de mi vagina, casi atragantándome al no poder diluir tranquilamente ambos placeres. Los señores de la mesa contigua, aparentemente ausentes de todo lo que se "cocía" en mi mesa.., el temor a ser descubierta emitiendo gemidos que controlaba con mucha dificultad.. y mi "aroma" tan evidente para mí ,para él y para el camarero que nos traía la cuenta, hicieron que viviera algún momento realmente tenso a la vez que apasionante.
Utilizo mucho la palabra "mezcla de sensaciones", pero es así..él me las provoca, él me hace sentir en el cielo y en el infierno casi simultáneamente. Me hace sentir placer y dolor, calma y tempestad.
No pude culminar mi estado tan exaltado con un orgasmo bajo el mantel, le impedí, casi le supliqué que parara...,no era fuerte como para poder mantener mi compostura. Estaba excitadísima.
Volvimos al coche.. mi sexo palpitaba... creo que hasta doloroso...
......metió su coche entre unos árboles un poco retirado... y allí di rienda suelta a mis deseos.. allí gocé de sus caricias, de sus besos, de sus ojos, allí me derramé en sus manos y él se bebió mi alma...
Desde aquel entonces he vuelto a pedir en dos ocasiones tarta de manzana, sólo y exclusivamente para acordarme de él y de sus dulces atenciones, aún a sabiendas que sólo lo puedo saborear en mi mente. Ya no habrá nunca una tarta de manzana tan especial. Eso lo sabemos los dos."
