sábado, 29 de enero de 2022

Lo odioso de tener razón.

Tener razón no es odioso. Lo odioso a veces es no saber qué hacer con ella.
Pero si se aplica el vive y deja vivir, y mejor hacer el amor que la guerra, sobre todo lo primero, lo odioso se diluye bastante.

viernes, 21 de enero de 2022

Cuerdas, cera y azotes

La Santísima Trinidad de inspiración perversa.
Me atrae también lo oscuro, y me provoca placer, ¡qué se le va a hacer!

"¿Qué virgen es esa y dónde hay que rezarla?"

Virgen, lo que se dice virgen, no sé.
Se la reza en los altares del reino ominoso, donde el alma pierde su pureza.
Una experiencia casi mística, si no fuera por las señales que deja en la carne y las huellas en el espíritu.

Pero sólo atiende a la devoción auténtica. No admite conversos.

Una Virgen muy especial, sí.

 

martes, 18 de enero de 2022

Relativizar (o un elexir mancillado)

Una de los aspectos que más me sorprendió cuando comencé a tratar con diferentes personas en este mundo de placer y perversión fue la amplitud de las posibilidades y facetas que ofrece. Esa anchura ilimitada, junto con la riqueza que anida en los matices y el contraste de las paradojas y contradiciones aparentes dan cuerpo a un elixir que aún hoy me resulta inevitablemente atractivo.

Sin embargo, desgraciadamente, todo brillo tiene su reverso tenebroso, o quizá mejor expresado, la tristeza no tiene fin, la felicidad, sí. Y acerca de tan gozoso elixir, la cara deleznable la proporcionó el asombrosamente bajo número de individuos con la capacidad efectiva de apreciar en toda su extensión el universo de sensaciones y posibilidades que ofrece tan divino brebaje. Así, la mayor parte de sus habitantes, y cuanta mayor exposición pública persiguen, peor, no sólo no son capaces de apreciar los infintos matices que despliega en la mente y los sentidos tan apreciable mezcla, sino que se dedican con la saña de los iluminados y la pobreza de los mediocres a denostar todo aquello que les está vedado e intuyen que está ahí. Aplican axiomas y dogmas de barra de bar por doquier a lo que debería ser una aproximación relativa y flexible, con amplitud de miras y ajena a infinitas microverdades pueriles y absolutas.

Es, en todo caso, el signo de la masa, el impulso de sistematizar lo que debe ser improvisación, reglar lo que es inspiración, domesticar lo que no tiene forma, encarnar lo que es espíritu y sublimar lo que es carne. Impulso que acaba por destruir la belleza que no pueden apreciar y disfrutar. Lo descubrí pronto, en la reacción de una por entonces afamada sumisa plena de ínfulas artísticas que se sintió insultada ante la delicadeza de un elogio disfrazado de poesía. Sí, es la parte descorazonadora, aunque, me temo, no es algo privativo de este mundo de dichas sutiles e inconfesables.

Pero hay lugares en los que la vulgaridad reluce más que en otros, como un estigma ominoso de esencia abobinable. Sean monolíticos, cartesianos, borregos y cerriles, pues. Pero, por favor, no pidan la flexibilidad que son incapaces de ofrecer.

¡Qué se le va a hacer!

lunes, 10 de enero de 2022

Buscáis....

 "Tenéis muchos sueños. Buscáis la fama. Pero la fama cuesta. Pues aquí es dónde vais a empezar a pagar. Con sudor."

Cambiad fama por lo que sea que andéis buscando aquí. Estoy tan hasta los.... de tanto almibar inconsistente. Sudarás. Como mínimo, eso.