lunes, 27 de junio de 2022

Es natural

 

Ante una amable justificación por causa situación circunstancial adversa, en mi réplica de asentimiento y despedida fui a argumentar que era natural.

Pero luego me di cuenta que precisamente es lo establecido como antinatural lo que me atrae, estimula, excita y place. Aunque yo lo perciba como natural.

Así que deje la justificación en un “es lógico” y correspondí a la amabilidad.

Ser tan naturalmente antinatural no está reñido con las buenas formas. Con las buenas costumbres, quizá lo esté un poco. Pero sin exagerar .

Exasperar

A veces, el corrector parece ofrecer momentos de inspiración. Hoy me sugirió la palabra exasperar mientras escribía sobre la naturalidad, y automáticamente pensé en cuantas personas de las que conocí a lo largo de los años tienen a gala esa faceta molesta de su carácter. Sí, pude tratar a unos cuantos que dentro de su forma de entender el tránsito por los caminos del placer y la depravación ven en la molestia que provoca en terceros el exhibicionismo impúdico y agresivo de su condición una condición necesaria y deseable. A modo del escarnio prepotente del bufón del rey.

Siempre aprecié en esas formas de agresión el reflejo de los traumas provocados por la manifiesta inferioridad en otros aspectos de su personalidad. Estoy una época en la que cada vez me alejo más de los desequilibrados obsesivos, por muchas cualidades apreciables que tengan en contrapartida. Sé lo que dejo pasar, pero cada vez soy más consciente de lo que me hacen perder. Y cuando noto que comienza a faltarme una vida, hay pantanos que decididamente ya no quiero visitar.

Me resultan....exasperantes. Cosas de la edad, supongo.

jueves, 23 de junio de 2022

Pálpitos

 Recuerdo con claridad la sensación, casi idéntica, en esos dos ominosos días. Uno, el día en que se abrió la mano a la clasificación de roles y géneros. Fue inmediato saber que se daba carta de naturaleza a multitud de sensibilidades bastardas en el ámbito que nos ocupa. Respetables en otros ambientes, pero aquí totalmente fuera de lugar. Un pasaporte a la amalgama sin sustancia, propia de espacios reivindicativos pero ajena a caracteres formados y definidos. En un lugar donde lo inclasificable era un valor comenzó a abrirse paso una taxonomía irrelevante para el aspecto fundamental y originario de un espacio fetichista orientado al sadomasoquismo. Como resultado, los bastardos comenzaron a colonizar el lugar y a desnaturalizarlo. Ya han ganado.

Otro llegó el día en que se optó entre la visibilidad aceptable o caer en el purgatorio de los espacios extremos, y así, desapareció la sangre y otras facetas similares, aunque el peligro mayor es que alguien ajeno al ambiente pueda decidir qué perversiones son legales y cuales no.

La mierda antinormativa del todo vale y todo es bueno y excitante porque sí y si no discriminas vino después, pero jamás habría entrado en un espacio de firmes convicciones. Y ya casi han colonizado la costa, como esas especies invasoras en espacios sin depredadores naturales. Se aprovechan de la tolerancia inherente al sadomasoquismo con las perversiones ajenas para destrozar eso mismo que les permite estar.

Quedaba la esperanza de que Facebook o instagram permitieran las veleidades exhibicionistas de los bastardos y estos se fuera a un lugar que ofreciera a su proselitismo estúpido una plataforma de mayor alcance, pero ahora que un fascista de verdad se ha hecho con Twitter (eso es un fascists de libro y no a quienes señalan tanto falsos izquierdistas y tanto “anarquista” de aluvión) me temo,que la esperanza queda muy lejana.

Y ahora, las quejas a la necesidad de filtrar, al maestro armero, por favor.

Todo esto porque caí por casualidad en un hilo pidiendo remedio para la cura del stress. Claro, me pregunté qué cojones pintaba un hilo así en un sitio dedicado al sadomasoquismo. Sigo sin ver la relación. Aunque sí veo el por qué. En fin.

domingo, 19 de junio de 2022

La prostitución de los símbolos

Ya, ya sé que el titular es desafiante. Que busca llamar la atención con una sugerencia obscena sobre algo que transmite en principio limpieza y estabilidad. La idea de manchar lo simbólico, aquello que forma parte de la pureza que se crea en nuestro subconsciente, tiene algo de provocación.

Pero en esta ocasión, la frase no es resultado de un deseo de epatar y captar la mirada a cualquier precio. No. En esta ocasión, es consecuencia de la sensación percibida ante la recepeción de una imagen para reforzar un mensaje. Un pretencioso mensaje, que hablaba de entrega, posesión, deseo. Un mensaje que sin embargo, está absolutamente desmentido por los hechos, la conducta, el carácter y la disposición mostradas.

Hace tiempo que la estética se usa como parte del ardid que conforma los mecanismos de la publicidad. El anuncio de Jacq's, el sexo ligado a los automóviles, a los perfumes, incluso al chocolate, buscan, como buscó siempre, y con fórmulas más estudiadas desde las propagandas de las dos guerras mundiales, la ligazón del deseo íntimo con el superficial de un producto determinado. Los 80 trajeron la sublimación del imagen, y de ahí usar cualquier símbolo para vender, poco faltó. Tanto que hoy en día ha calado en la vida cotidiana, tanto que falacias como el uso de la palabra libertad en manos de quien precisamente más la coarta (ser libre es conocer todas las opciones para elegir, pero se pierden los fundamentos) se ven como algo natural, y sin que haya una revuelta.

Así que recibir una imagen profanando un símbolo para justificar una conducta injustificable no deja de ser una consecuencia de los tiempos.

Pero qué quieren que les diga, aún me quedan en la mente grados de verdadera libertad, y lo he cogido al vuelo. Como tantos otros sobornos, bajezas e inmoralidades que pululan por doquier en este zoco de sensibilidades corrompidas. Y no, por sensibilidad corrompida no me refiero precisamente a los amantes de las conductas y espíritus perversos y ánimos inconfesables. Esos, todavía, respetamos nuestros símbolos, y no nos vale cualquier cosa. Pero la corriente es imparable, y acabará por tragárselo todo.

Eso sí, corromper un símbolo no es camino de redención. Más bien lo es corregir la conducta con verdadero propósito de enmienda. Pero eso resulta tan difícil no ya de acometer, sino siquiera de asumir. Qué se le va a hacer.

martes, 14 de junio de 2022

Neonormativismononormativo

Hola,

Qué calor. Y no creas que no hay tabúes en este mundo tan inclasificable en vías de normalización. Quizá es la contaminación del neonormativismononormativo reinante.

Es como el Supercalifragilisticoespialidoso pero al revés.

Quizá.

 

domingo, 12 de junio de 2022

Confieso que he pecado

Soy culpable.
Culpable de juzgar por las apariencias.
Culpable de no observar adecuadamente antes de emitir juicio.
Culpable de sacar una palabra de contexto y juzgar de esa forma.
Culpable de no respetar mi propia doctrina y caer en las bajezas de la masa.
Culpable de no pensar.
Culpable de dejar de respetar sin evidencias.
Culpable, en suma, de estupidez.

Una palabra, inseguridad, abrió la espita del buenismo imbécil, y no supe reconocerlo.
Y no, no vale el manido argumento de que la exposición pública de un texto permite tergiversarlo para juzgar a capricho. No. Se han de juzgar los hechos. Y los hechos dicen que lo juzgado y condenado era la libre y consensuada exposición del acto llevado a cabo por dos adultos conscientes y por lo que expresan, en su sano juicio.

Soy culpable de pensamiento. Pero me gustaría ver las disculpas de todos los imbéciles que lo son de obra, y además dejaron la prueba por escrito. Porque la estupidez no exime de la responsabilidad de la falta. Aunque viendo cómo aumenta día a día el número de estúpidos (o mejor dicho, la proclamación pública de la estupidez, porque imagino que el porcentaje de estupidez en la población debe ser más o menos constante en todas las épocas), quizá pronto cambie esa norma.

 

sábado, 11 de junio de 2022

¿De verdad lo crees?


Y ahora, con los muslos mojados....inevitablente.

-“Te odio.”

Me amas. Con una intensidad que no creíste nunca capaz de poseer.
Y acabarás adorándome .

-“¿De verdad lo crees?”

No lo creo.
Lo sé.
Salvo que te niegues a ti misma, lo harás.

Y a pesar de sus miedos, lo hizo. Lastima que no supiera qué hacer consigo misma. Se tendrá que conformar con recordar cómo solía manchar las bragas.

Mis no-fetiches

 

Hay elementos que me cortan hasta el rollo más desbordante. La antilascivia perversa total para mí. Primordialmente, estos tres:

La representación felina. Toda la ñoñería de la diademas con orejitas, las máscaras con orejitas, la simulación de mitones, las fotos trucadas con bigotitos y naricitas....insufrible. Y por extensión las máscaras exageradas de animales (caballos, perros, vacas). Sin embargo un aro en la nariz sí me pone.

Tampoco soporto la mezcla con lo relacionado con el mundo del cómic o la ciencia ficción. Ver ropa interior de Superman, de La Guerra de las Galaxias, de Batman (aunque es comprensible por la estética del personaje o de Catwoman, pero el logo.....), pues no, sinceramente, no. Lo asocio a la infantilización que se comentaba más arriba. Y si bien hay mangas muy ligados a la depravación, cada vez que veo una referencia a ello me viene a la mente Akira y claro, el Apocalipsis nuclear no liga mucho con el sadomasoquismo, no.

Y por último, los corazoncitos. Dichosos corazoncitos, tan pastelosos e inapropiados , sobre todo cuando se entrometen con el metal o el cuero en un arnés, un collar, una pala, un plug.....me cortan totalmente.

Ah, se me olvidaba. Las uñas sucias, mal cuidadas o con el esmalte a medias.....insufribles.

Todo es posible

 

Todo es posible....con el estímulo,adecuado. Fue casi lo primero que aprendí, y me ha marcado en todo mi devenir por este mundo de placer, intensidad, extremos y depravación.

Y de estímulos y la capacidad para asumirlos, asimilarlos después y finalmente materializar lo que proponen. Es inútil entonces resistirse a la tentación, ¿verdad?

No es tan sencillo, pero tampoco fundamentalmente más complejo. Es, sin más. Naturalmente, la capacidad de poder ser se da por supuesta para que tenga validez el aserto.

jueves, 9 de junio de 2022

Haces fotos de Dom

Pues claro. Plasmar la esencia estéticamente no es uno de mis atributos.
La disciplina, sí. Con que trascienda eso basta.

¿Me dejarías hacer...?

No. Ni de coña.
No te dejaré hacer nada.
No te pediré hacer nada.
No te invitaré a hacer nada.

No. Nada de eso.
Si acaso, te sugeriré hacer algo.
Te indicaré hacer algo.
Te mandaré hacer algo.
Te obligaré a hacer algo.

Sea lo que sea, será porque yo lo quiera, desee, se me antoje o me plazca.
Nunca porque lo pidas, desees, quieras, persigas.

Así que ya sabes, más te vale aprender a hacer que yo quiera que lo hagas.

jueves, 2 de junio de 2022

Mira que me gustan los látigos

 Hay amores que no tienen vuelta atrás.