jueves, 29 de diciembre de 2022

¿Ya no hay perversión?

 

Hay poca. Sobra estética y falta esencia.

La sensación de que puede ocurrir cualquier cosa, de que todo es posible.

La perversidad esa que emana de una mirada, una palabra, un gesto....¿dónde estarán?

 

Coda primera

La hay, la hay. Desfigurada por mil lentes amorfas, disimulada tras banderas absurdas, pero la hay. Ocurre que es tan tímida, y gusta tanto de protegerse de la luz, que apenas se percibe entre tanta contaminación.

Pero ahí está, esperando cruzar la mirada contigo.

Impagable perversidad.

 

lunes, 19 de diciembre de 2022

Donde el tiempo está vivo todavía

¿Dónde es?
Si escolta a la eternidad, tiene que estar ahí.
Si se mece en la infinitud, tiene que estar ahí.

Solo espero que al no ser ni infinito ni eterno, ese lugar no haya quedado atrás.
Pues si así fuera, pasaron todos mis momentos, por mucho que queden muchos por llegar.

¡Qué melancolía tan extraña trae la certeza de saber que ya no queda tanto para el final!

Pregunta tonta

¿Existe el sumiso perfecto?

Vaya pregunta más tonta. ¡Pues claro que existen!
Cada una de las que he disfrutado, mientras las tuve, mientras fueron, fueron perfectas.
Aunque durara cinco minutos.
La perfección absoluta. La lástima es que no suele ser eterna.
Así pues, sí, existen. ¡Faltaría más!

Dedicado a un perfecto idiota de Valladolid

lunes, 5 de diciembre de 2022

Tengo muchas....

Tienes muchas......, muchísimas. Tan acumuladas durante mucho tiempo, una encima de otra, tantas que ya no te cabían más.

Sí, sí que tienes. Y ahora, te has desbordado, puta. Lo has soltado todo de repente. No te veo, pero sientes que te vigilo. Eso te parece, sí, tanto que noto como sonríes, con esa risa boba tan señalada y única. Noto tu lenguaje corporal, que te delata inevitablemente, tan evidente que emana de ti la sensación de bienestar que te genera estar tan cómoda en tu condición de puta servil y a la vez satisfecha. La humedad constante entre las piernas, el coño mojado, los andares seguros, el gesto amable....

Tienes muchas, muchísimas. Y tendrás más. Claro que sí.

lunes, 28 de noviembre de 2022

La fuente infinita

Me gusta recibirla a esa hora de la tarde. Viene siempre llena, plena, oscilante. El tacto siempre suave, la sonrisa de zorra y el ánimo dispuesto. Como de costumbre, le palpita y chorrea el coño, y los nervios la vuelven una charlatana insufrible.

Podría decir que es todo sensualidad, pero no, de eso no hay. Es lujuria pura. Una puta insaciable y desvergonzada a su pesar, puta que no puede evitar serlo.

Está desnuda, casi completamente, excepto por la medias que me gusta que lleve. Se acerca, trata de frotarse (está tan perra) pero aguanta obediente y temblorosa mientras el desbordante pecho se bambolea a cada paso. Se nota en la forma que hace horas que no la han ordeñado. Una imagen casi brutal, que transmite en el movimiento la redondez tirante, esa oscilación tan particular, densa, pausada, con una cadencia especial que solo posee cuando está llena de leche. Llena hasta marcar las aureolas en un relieve abultado, base para los pezones inmensos, largos, gordos, según corresponde a su función en esa situación. Tan llena que basta con presionar levemente para que manen las gotas y resbalen hacia abajo, dibujando la curva propia de la vaca lechera que es.

Ya está bajo la viga con las argollas, y le hago detenerse allí. Los nervios siguen matando el silencio, y para evitar que anticipe nada, con un antifaz le privo de la vista. La amenaza de una pinza en la lengua o algo más incisivo aún consigue hacer que cese el parloteo. Las manos atadas a la espalda hacen el resto.

Silencio y esas tetazas llenas. Las acaricio, masajeo, aprieto, retuerzo, azoto, succiono, y disfruto de ver manar el blanco, bien en forma de perlas, bien en potentes chorros que riegan el suelo de la estancia. Tras cada ordeño, queda una gota orlando los pezones rojos y cada vez más disparados, y parece que no hay fondo en ese manantial obsceno. Pero lo hay, desde luego, así que antes de que empiecen a perder turgencia, tomo sendas cuerdas y las ato fuerte por la base. Cada vuelta de la cuerda provoca la salida de nuevas gotas, que ya van dejando un charco en el suelo. Una vez fírmemente atadas, han quedado levantadas, lo cual considerando el peso parece algo milagroso. Aunque hay margen para más. Paso los cabos de las cuerdas por las argollas del techo, lo cual hacen que se levante un poco más. Tirando lo suficiente, mana la leche, así que las ajusto al punto en el cual un leve tirón provoque que gotee sin remedio.

Está lista la fuente. Basta un leve movimiento para que mane, y si es lo suficientemente amplio, para que incluso salga un chorro, como un aspersor. Un flogger, un vibrador y una barra separadora para las piernas hace el resto. Piernas que también han recogido líquido entre los muslos, aunque este es transparente y viscoso. Cada azote, provoca que la fuente en la que se ha convertido mi vaca lechera se ponga en funcionamiento. Cada toque con el vibrador, y el espasmo que provoca, también. La propia tensión que hace que no pueda mantener la postura que relaje la presión sobre las tetas hace el resto, y acaba llegando al climax mientras de los pezones ya inmensos brota un riego que parece no tener fin.

Me encanta mi puta vaca lechera, sí.

Infierno voluntario

El infierno que nos reúne aquí sí, es personal, no impuesto. Se trata de una elección, y es obligatorio ser consecuente con ella.

Los infiernos sobrevenidos, impuestos o que no fue posible soslayar son otra cosa.

De hecho, el infierno doloroso solo acontece cuando uno no es consciente de sus limitaciones y entra en terrenos que no debe.

Algo más allá

Algo más allá, desde luego eso ha sido, y sigue siendo, una constante, incluso cuando decía que no buscaba nada. Y aunque eso que está más allá, sea lo que sea, parta de mí, necesita obligatoriamente de alguien que le de sentido, que me permita ser, y entonces......................

No sé si es un conejo blanco. Tampoco me importa su forma. Sólo sé que cuando está ahí, veo más allá. Y a veces, soy capaz también de ir.

Si es que hay cosas que no se pasan ni siquiera con la edad.


lunes, 14 de noviembre de 2022

¿Qué es lo único que puede conseguir que lo haga?

"¿Qué es lo único que puede conseguir que lo haga?", me preguntas, desafiante. 

Desafiante, a la par que muestras esa innata inclinación a decir a todo que no cuando sabes que va a ser que sí. Un desafío casi pueril, envuelto no ya en sonrisas, sino en carcajadas, aunque el nerviosismo resulta evidente, tan evidente como que conoces la respuesta, tan evidente como que te turbará oírla.

La respuesta es tan sencilla. ¿Qué es? Simplemente, que yo te diga que lo hagas. 

Sin más.

jueves, 3 de noviembre de 2022

Mi Voz

Mi voz, mi queda voz,
la suave melodía que brota de mí,
esa que habla sin perturbar el aire,
de sonidos mudos para la gran mayoría.

Mi voz, inquietante voz,
la que al revelarse induce
el brillo primordial que solo
los pensamientos ominosos
es capaz de engendrar.

Mi voz, la voz que
incomoda a los espíritus limpios,
ante la que tiembla la virtud
y palidece el candor.

Mi voz, ante la cual
también tiemblas,
mientras te hace sonreír
antes de ofrecerme tu piel.

Mi voz, solo mi voz
consigue hacerte ser.
Por y para mí.

En Mi Voz.

jueves, 27 de octubre de 2022

Want, like, pretend...

I like you when I make you be what I want you to be.
In those moments, what you want to, you like to, or you pretend to be is meaningless.

domingo, 23 de octubre de 2022

El tipo del Opus (el círculo que se cierra)

Cuando estaba en el colegio, tenía un compañero de clase con el que me llevaba muy bien. Jugábamos a menudo en el patio, y aunque no compartíamos pupitre, pasabamos buenos momentos juntos, y nos reíamos bastante.

Cuando teníamos 11 años, se fue del colegio, y estuvo dos años fuera. Volvió...y ya no era el mismo. Había estado ese tiempo interno en una residencia ligada al Opus Dei. Y la persona que vino ya no tenía esa claridad en su alegría, ni limpieza en la mirada. De hecho, la mirada era apagada, sin el brillo vivaz que le caracterizaba. Pero lo peor no se veía.

Ocurrió un día, por casualidad, cuando en un grupo le preguntamos que cómo era el lugar en el que había estado. Con cierta incomodidad, nos explicó algo, tratando de mostrar por encima de todo lo bien que le había venido. En cierta manera, trataba de expresar que había visto la luz.

Entonces, alguien le dijo que si era un centro del Opus, pues le había visto ir a un lugar de estudio que estaba no lejos de nuestro colegio. Y se le cambió la cara. Adquirió un gesto tenso, poco amistoso, y no contestó. Otro de los chicos repitió la palabra, "Opus", y nos quedamos alucinados. Se puso violento, y trató de pegarle, diciendo que no dijera esa palabra.

Para qué quería más. La palabra de marras se convirtió en su cilicio, tormento y cruz. Cada vez que alguien quería tocarle las narices, le decía "Opus, opus, opus, opus" y la reacción era inmediata.

Teníamos 13 años y el ya disfrutaba de un lavado de cerebro alucinante.

¿Por qué cuento ésto?

Prueben a decir, en según que ámbito, "Puta", "Marica", "Bollera", sin necesidad de usar acepciones de intención ofensiva....y la reacción será igual: agresividad derivida de un lavado de mente. Es más, hay una polémica en redes (me pregunto si realmente eso son polémicas, pero bueno, así se catalogan) con respecto a la canción de los Hombres-G, "Sufre mamón" y lo que una iluminada de nuevo cuño soltó en un programa de televisión....y en cómo se alineó el imbécil del presentador con semejante estupidez. Al leerlo, resonó en mi mente " Opus, opus, opus, opus"...y vi, con tristeza, que son los mismos perros con distinto collar.

El collar de la estupidez ligado a un lavado de cerebro. Las mentes arrasadas no tiene color. Solo idiotez y consignas.

En fin, hasta que esta ola de idiotez vuelva a su ser, habrá que aguantar, y llevará tiempo (lean el titular de la niñita ecologista en un periódico de hoy, no tiene desperdicio). Pero cuesta, sí. Llevará tiempo aún. Espero no morirme antes.

jueves, 20 de octubre de 2022

Lo siento, no voy a hablar contigo

Vaya.....y yo que renegué de la vida pública (el tiempo suele explicar el por qué), no tengo opción a ver una respuesta tuya....salvo que me sigas, claro.....pero como no suelo usar los trucos fáciles para atraer miradas curiosas, tampoco será sencillo que uses ese camino.....joooo, ¿será posible que las normas puedan conspirar contra aquello que solo surge en ausencia de normativa?......claro, claro que es posible....pues, ¿para qué están las normas si no?......para arbitrar la convivencia de los grupos.....y entonces, con los individuos ácratas...¿qué pasa?......uy, hay una respuesta.....pero espero que no sigas las normas para obtenerla.....

Las siguió. Es curioso lo obedientes que son los revolucionarios actuales.

martes, 18 de octubre de 2022

Evil lust

"Their abnormal evils created a sinful lust craze."

I really LOVE that sentence. Says soooo much....

viernes, 14 de octubre de 2022

Condiciones

 Que algo sea deseable no implica que sea de obligatoria condición.

Lo que me da la gana

No hay más. Tan sencillo de enunciar.

Y de cumplir también. Basta con que lo tengas claro y que estés dispuesta a disfrutar de lo que tienes tan claro.

Mando Yo.

martes, 4 de octubre de 2022

Todo es posible

Habrá quien haría lo que fuera por sentir que todo es posible.

Sin embargo, son muy pocos los que se atreven a llegar a saber que todo es posible.

Eso sí, el que llega ya no tiene vuelta atrás. Pero la mayoría de esos pocos escogidos suelen quedarse en el dintel de la puerta. Tienen que ofrecerlo todo, absolutamente todo, para poder pasar. Y tras hacerlo, nunca más serán suyos. Ni hay retorno.

Lo abrumador es que no se trata de un sentimiento, ni una sensación. No.
Procede de un hecho innegable
Es un conocimiento que se adquiere desde la certeza.
Tan cierto que no admite opinión. Ni tiene remedio.

El cenit del deseo hecho realidad.

Las sensaciones se pueden modular. La certeza, no.

La esencia (¿qué os da?)

Lo esencial. Ahora es cuando aquellas palabras que me dijeron una vez (“somos muy pocos”) toman todo su sentido. 

Y la respuesta a esa pregunta que te hicieron (º¿qué os da?”) aparece en todo su esplendor: “esa fuerza inexplicable que hace que todo parezca posible”. 

Es eso.

Sin embargo, ¡qué difícil es desprenderse de todo lo accesorio para disfrutar sin límite de ese poder!, ¿verdad?

Y no, no es cuestión de fe, como los obtusos y los incapaces desean creer. Pues hay certeza, método, realidad, sentido y tangibilidad, aunque vengan de la mano de lo intangible. Es la certeza del pensamiento la que convierte la sensación en sentimiento. Aún en contra aparente de toda razón.

No eres tuya. Eso lo sabes desde el minuto uno. Y nada lo va a cambiar. 

lunes, 3 de octubre de 2022

No te entiendo

"No te entiendo. No sé lo que me quieres decir."

Es normal, a veces, sobre todo si ha pasado un tiempo, me cuesta saber que demonios le quise decir. Probablemente, la falta sea mía.

Pero entonces......¿por qué otras veces sí me entienden? Con mensajes aún más crípticos, enrevesados, opacos, aparentemente pretenciosos e imperceptiblemente sugerentes, sí me entienden. ¿Corrigen entonces mi falta?

¿O más bien será que la culpabilidad está, cuando menos, compartida?

No lo entiendo, la verdad. Quizá por eso no deja de ser uno de mis juegos preferidos.

Estás perdiendo facultades

 ¿Tan poco te exigen últimamente?

Una panadería

Me encuentro en el coche, esperando a con quien por entonces disfrutaba de una inigualable relación D/s. La veo aparecer, al otro lado del paso de cebra cerca del cual me hallaba estacionado. Una vez el semáforo cambia, lo cruza y se acerca sonriendo, mirando hacia mí. 

Tan pronto como pisa la acera, un hombre en una moto se detiene y le pregunta algo. Ella se para, atiende a lo que le pide, y le da unas indicaciones. Una vez a acabado, el hombre responde algo, y veo que la cara de ella dibuja primero una sorpresa considerable, y después una sonrisa, para acabar dando una amable respuesta. 

El hombre sonríe a su vez, con un encanto particular, y tras saludar a modo de despedida, sigue su camino, son seguir las indicaciones recibidas.

Una vez sube al coche, le pregunto por el encuentro.

"Oh, me preguntó si sabía dónde había una panadería. Le di indicaciones para llegar a la más cercana. Una vez las hubo recibido, sonrió y me pregunto, casi conminándome, pero de un modo amable, a que nos tomáramos un café. Desde luego, es un caradura muy encantador.", me explicó, con una sonrisa entre pícara y complacida dibujada en su cara.

Y la verdad, yo también sonreí. No hay como acometer  ciertos actos con una segura naturalidad.

Soy difícil de explicar

Leo la frase en un perfil que desgrana una personalidad decicida, distinta, curiosa. En suma, atractiva. Y no puedo dejar de recordar los primeros momentos que siguieron a la decisión de continuar desde el mundo de las ideas al de lo tangible. Una de las primeras preguntas fue "¿Por qué?". Aún hoy no tengo respuesta. Afortunadamente, pronto, muy pronto, entendí que era muy posible que jamás la llegara a tener, dejando de ser una piedra angular que formara parte de base alguna.


¿Por qué? Ni idea. No soy capaz de explicarlo. Me basta con reconocerlo, dominarlo, conducirlo, disfrutarlo, someterlo, y fluir con ello. Fue suficiente para construir un marco, el ambiente en el que poder ser sin romper nada, o al menos, sólo aspectos accesorios, que no provoquen daños a terceros.


Así que no tengo la menor idea. A mí me basta. Pero me encuentro con frecuencia que quien comparte conmigo ese espacio, sobre todo cuando se convierte en algo que va mucho más allá de lo ocasional, trata de conocer "mis por qué". No puedo dar respuesta. No la doy, claro. Y entonces, vienen las apreciaciones sobre la supuesta impentrabilidad de mi ser. "No te dejas conocer", suele ser la sentencia. Pero creo que no ocurre eso. Porque, aunque parezca que no, acabo siendo absolutamente trasparente en lo que motiva mi estímulo, interés, deseo, y suelo ser inusualmente concreto y claro con el objetivo que persigo. No sé, imagino que el ser capaz de enunciar todo eso con aparente claridad y sencillez debe hacer sospechar que me guardo bajo siete llaves las respuestas a todos esos "por qué" que nunca he sabido proporcionar.  


Imagino que también parte del error proviene de la necesidad (consciente o no, pero comprensible, por otro lado) de tratar de correlar mi comportamiento y carácter en ese ámbito tan especial con el resto de mis característicasmás comunes y cotidianas. Si la hay, no es fácil de establecer. Y yo hace mucho que dejé de perder el tiempo en buscarla.

 

No sé si por eso parece que soy difícil de explicar. Yo creo que no. Supongo que se trata en el fondo de cierta impaciencia mezclada con una necesidad de controlar lo que suele estar fuera del alcance de quien lo persigue. Y eso hace que la explicación sencilla, trivial, casi obvia, parezca una cortina que oculta la presencia de lo verdaderamente esencial. La vida, parece, es eso que acontece mientras tratas de explicártela. 

 

Si algo fluye con fluidez, yo no perdería el tiempo en tratar de destripar su mecanismo. Pues cuando deja de funcionar, entonces si que ocurrió algo que puede ser verdaderamente difícil de explicar. 

domingo, 2 de octubre de 2022

Cadencia decreciente

 La mañana de otoño se resiste a dejar atrás el aroma a estío, tozuda ante la certeza que la esencia de la luz y el frescor imponen, pese a su claridad y tibieza, casi nostálgicas.

La cadencia de sonidos porteños enfoca mi ánimo hacia la realidad que trata de difuminar esa ensoñación de días lentos y noches embriagadoras, cálidas, cortas y eternas, que ya han dejado paso al anuncio de la humillante rutina que traen consigo el frío, la oscuridad y el reflejo de placeres pasados que como poco tardarán meses en volver.

Aunque alguno quizá ya no vuelva a hacerlo. No por que la naturaleza vaya a negar el retorno, pues aunque los agoreros anuncian cada mañana el fin del mundo, en realidad lo único que va a morir es la forma de estar en él. Así que no, los días de calor y luz regresarán puntualmente. Seré yo quien no sea el mismo. Como cada año. Inevitablemente.

Entonces.....¿qué lo hace esta vez diferente?

La respuesta me la dan las notas melancólicas del bandoneón, que aunque tratan de sonar optimistas y amables, no pueden sacudirse el peso inexorable de cada momento vivido. O quizá, más acertadamente, la cruda certeza de la liviandad de los cada vez más escasos minutos que quedan por llegar. Y aunque no tengo motivo para pensar que la nueva estación vaya a dejarme de lado al volver, solo el hecho de pensar en ello me hace dolorosamente consciente de que habrá sorbos que no volveré a saborear.

Y así, mientras las notas sacuden una nostalgia de lo que volverá a ser, miro por la ventana el día de un tiempo que se resiste aún a ceder, y que, invariablemente, acabara por desaparecer.

sábado, 1 de octubre de 2022

Los mundos de Yupi - 2022

 "La idea de que es posible tomar el cielo por asalto y darle la vuelta todo es bonito para la poesía, y me gusta mucho la poesía, pero creo que a la hora de ser Gobierno uno tiene que hacerse cargo de la historia que tiene detrás”.

Es más fácil soñar que ejecutar. Por eso detesto a los soñadores que exigen resultados sin bajarse de su nube envueltos en una bandera. A todos aquellos que promueven mundos de Yupi sin mover un dedo.

viernes, 16 de septiembre de 2022

De propuestas, costes, pagos y consecuencias

"Ven, yo invito y juntos pagamos las consecuencias..."

La propuesta que subyace a ese enunciado es atractiva. Induce a la complicidad y apela a pensamientos espléndidos y privados.

Pero ciertos lujos, aún posibles, no tienen precio.
¿Qué valor aprecias cuando el carácter no está en venta y sin embargo sí se pone en juego?
Doy por supuesto que te asumes y casi que ansías este tipo de consecuencias.

Esa es la trampa de la buena publicidad efectiva, hacer suponer que dará lo que deseas independientemente de lo que realmente oferte.


jueves, 15 de septiembre de 2022

No está bien morirse sin avisar

 A veces sé cuando ese segundo es el último, y guardo el momento en su adecuado lugar en la memoria.

Pero cuando no fui consciente de que no habría más, y lo vivo como si fuera uno entre tantos, su huella se grabó junto a un cúmulo que mezcla pérdida, incredulidad y reproche. No está bien morir sin avisar.

Afortunadamente, prevalecen los primeros. Y aunque a veces las circunstancias personales eran poco estimulantes, la sensación de haber podido manejar los hilos en los peores instantes dejó la huella de una sonrisa.

viernes, 9 de septiembre de 2022

Sé que es difícil

 

No te resulta nada fácil, lo sé, sí. Para empezar, no te voy a proporcionar una imagen icónica, un fetiche físico visual tangible, una presencia que impacte a los sentidos que te sirva de enganche. Y es mejor así, pues cuando se tuviste ese agarre, tu expectativa se desvió del foco que tu esencia realmente reclama, y ya todo fue confusión.

No es fácil identificar en otro la fuente del propio deseo sin referencias tangibles. Menos aún sin los parámetros medibles que una forma definida, ya sea perceptible o deducida, proporciona para poder descansar sobre ella.

No, no es nada sencillo sentir que ante ti se abre un océano inmenso, una masa de agua informe y en eterno movimiento, que cambia de base y forma a cada segundo, como la fuente de aquel que va a permitir crear aquello que viniste a buscar. Sí, requiere valor sentir la llamada de algo que promete engullirte sin contemplaciones y arrastrarte a un lugar que intuyes que es el tuyo pero no tienes ni la menor idea de cómo será.

La llamada del riesgo absoluto, que te exige sumergirte sin condiciones. Es más, te ves obligada a confiar casi como un acto de fe en la invitación de esa extensión infinita, que te ofrece todas las respuestas sin que aún entiendas su lenguaje. Pero sabes que están ahí. Y miras, observas, piensas, intuyes, buscando el lugar por el cual comenzarás a entrar en el agua, y empezarás a sentir la cálida humedad que poco a poco acabe envolviéndote entera, en un proceso que no tendrá vuelta atrás.

No es nada fácil, no. Es más sencillo e inmediato meterse en la piscina del hotel. Aunque nunca llegues a tener el aroma de la sal sobre tu piel.

jueves, 8 de septiembre de 2022

La certeza que te hace sonreír

Es difícil de expresar con palabras. Bueno, no, es muy sencillo, la verdad. A la vez que es imposible explicárselo a quien jamás lo sintió. No es posible imaginarlo, pues es algo intangible. Cuando alguien cuenta lo que experimenta o siente, sólo quien también lo sintió es capaz de comprender.

Es un conjunto de paradojas. Puede parecer extraño, pues proporciona presencia, pero no implica que sea física. Un absurdo, sentir esa presencia sin que los sentidos entren en juego. Una palabra, una expresión, una indicación, es suficiente para provocar la sensación. Y entonces, todo el cuerpo sufre una metamorfosis, el control y la voluntad te abandonan y notas, sientes y sabes que has pasado a estar en mis manos. La excitación se dispara, la mente se entrega y la presencia se torna envolvente. 

Ahora es cuando la correspondencia lógica entre los estímulos y las sensaciones percibidas queda anulada. Los sentidos están alerta, ansiosos de reaccionar ante cualquier suceso, tangible o imaginado, sin que a veces puedas distinguir que es lo inducido y que es lo real. Claro que para tu mente, todo es real, y todo lo percibes, o lo crees percibir, a través de los cada uno de esos sentidos. 

Con todo, lo verdaderamente increíble es la respuesta que obtienes ante las sensaciones. Sabes que será la que yo quiera. Y nada te sorprende. Si acaso, esa predisposición a considerar que todo, sí, todo, es posible, es la mayor sorpresa. Ante el mismo estímulo obtienes respuestas antagónicas con la mayor naturalidad y sin ningún control por tu parte. 

Y eso, principalmente eso, es lo que te hace ser consciente de estar absolutamente sometida. Sin saber cómo llegaste hasta ahí. Pero con plena seguridad de saber que ese es tu destino. No es que sea lo que deseas, necesitas, anhelas o quieres. No. Sabes positivamente que has sido creada para responder así, con naturalidad, y con el convencimiento de que naciste para experimentar lo que estás viviendo. Así descubriste tu esencia, y así te dio la forma que posees ahora. 

Esa certeza es la que te hace sonreír. 

 

Y ahora, dime, ¿cómo se le explica eso a quién no lo puede ver? 

Quizá, sólo cuando al contarlo, sí, te vea sonreír.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Bucle temporal extraño

 

No suelo dar crédito a las concentración de casualidades confluyentes. El azar puede hacer coincidir una, dos, hasta tres elementos sin aparente correlación. Pero en menos de 24 horas, que se alinee no ya el Sistema Solar completo, si no la Galaxia entera en una uniformidad sorprendente, no puede ser casualidad.

De este modo, se une lo que se va a discurrir órbitas lejanas con lo que partió para siempre y retorna periódicamente, unidos con el cometa en suspenso que trae de nuevo su luz Única, obra maestra del Creador, que viene de la mano de la estrella que volvió del sumidero del que era imposible salir a disfrutar de aquello que solo tiene por aquí, y en semejante aquelarre hasta la declinante muerte de un sol otrora esplendoroso deja su huella en una orgía de recuerdos envueltos en presencias, ausencias, deseos latentes y palabras olvidadas.

Probablemente sean casualidades anidadas en distintos niveles. Puede ser. Y no pienso mirar más allá. La emoción de los retornos difuminan el dolor de los recuerdos, y posponen, aunque el fin sea inexorable, la caída en los infiernos inherente a todo aquello que simplemente por vivir está destinado a morir.

Y así, en este enjambre de sensaciones encontradas, disfruto del estímulo de verificar que también mi Yo sigue estando aquí. Hasta que alumbre el último rayo de luz y el vacío acabe por reclamar su último tributo.

Siempre hay motivo para sonreír.

Retomar

 "Recuerdo muchas cosas.
Yo voy a retomar otra vez mi Yo.

Retomar. La esencia está. Y yo estoy.
Sí.
Sí, claro que sí."

lunes, 15 de agosto de 2022

Calor en blanco y rojo

 

Calor....vas a la nevera, y hay una botella de leche, fría, blanca, cremosa.

La llevas a los labios, bebes mientras dejas caer por la comisura de los labios el líquido a tono con tu piel, a juego con tu deseo, extendiendo la humedad por distintas zonas de tu cuerpo. Líquido que busca su camino cuello abajo, distribuyéndose por las curvas del pecho redondo, generoso, pleno, ansioso, y que acaba por llegar al pezón ayudado por tus movimientos cada vez más voluptuosos, lúbricos, incitantes, perversos. Y así encauzada en una danza obscena, comienzan a caer gotas de las puntas duras y erizadas, como si manase toda la blancura de tu interior, dando forma a un deseo cálido de génesis oscura, en contraste con el rastro helado y blanco sobre la piel de temperamento rojo....

Dedicado a una valquiria pelirroja poco paciente que malgasta su potencial en exhibiciones intrascendentes

viernes, 12 de agosto de 2022

Una historia imaginaria con aroma a profecía

 

Vamos en un taxi, y desconoces nuestro destino. Allí, en el asiento de atrás, te pongo una máscara de cuero que te tapa la vista y deja libre tu boca, y un collar al cuello con su correa.

Vistes con medias, zapatos, un corsé ceñido y una gabardina

El taxi nos deja en la puerta de un local, y entramos, llevándote de la correa.

Una vez en nuestro destino, te hago quitar la gabardina, pido una bebida, me siento y tú te arrodillas a mi lado. Oyes voces, y personas que me preguntan por ti

En ese momento están azotando a una mujer en una especie de escenario. Tú solo oyes, hueles; tienes la piel erizada, y mi mano te acaricia la espalda

De vez en cuando mojo los dedos en la bebida y los acerco a la boca, y lames con intensidad y fruición, mezcla de nervios, deseo y tensión.

Cuando acaban los azotes, notas como tiro de la correa, te levantas y me sigues. Sabes que estamos en el estrado.

Allí les anunció que eres una puta que disfruta de ser exhibida y humillada. Invito a quien quiera que suba a comprobar lo mojada que estas

Lo hacen, y notas dedos abriendo tu sexo y que luego te llevan tu propia humedad a la boca.

Cuando acaban de inspeccionarte, te digo al oído, “córrete, putita”

Y lo haces.

Aunque no hace falta, me dirijo a la audiencia explicando lo que ha pasado, y ante la mirada atónita de muchos, te lo vuelvo a ordenar. Y lo vuelves a hacer, todas las veces que te lo ordeno.

Alguien dice si su esclava puede limpiarte el coño.

Digo que sí, y a ti te digo que no puedes correrte mientras lo hace.

Tras unos minutos de delicada y concienzuda dedicación que a ti seguro te han parecido horas, finaliza el trabajo de limpieza, y así, una vez lista y preparada para ello, nos despedimos de tan grata compañía.

Te doy un beso suave en los labios, y abandonamos el local. Ya es noche cerrada, y no echas de menos la gabardina. Toda tu atención está en el pálpito salvaje de un vientre que necesita más, mucho más. Una simple palabra imperativa de tres sílabas dicha al oído es suficiente.

Y el camino a casa puede ser muy largo.

 

Pero no, no hubo nunca opción de  tomar el camino a casa. Hace meses que sabía que sería así. Fue un juguete divertido. Lástima de potencial perdido por falta de voluntad. 

domingo, 10 de julio de 2022

Neurosexo (algunos estudios dicen que sí)

 

El encabezamiento del artículo expone:

¿Es posible alcanzar el orgasmo mental?

Ciertamente, la publicación no es ningún referente en casi ningún tema, pero me hizo gracia el artículo, y que remitiera en el cuerpo de la noticia a “algunos estudios” como fuente de validación. Para verificar la posibilidad, basta con aportar casos que lo certifiquen. E imagino que no hay que irse muy lejos. Algunos estudios cercanos podrían dar fe de ello.

Eso creo. Más bien, lo sé.

lunes, 27 de junio de 2022

Es natural

 

Ante una amable justificación por causa situación circunstancial adversa, en mi réplica de asentimiento y despedida fui a argumentar que era natural.

Pero luego me di cuenta que precisamente es lo establecido como antinatural lo que me atrae, estimula, excita y place. Aunque yo lo perciba como natural.

Así que deje la justificación en un “es lógico” y correspondí a la amabilidad.

Ser tan naturalmente antinatural no está reñido con las buenas formas. Con las buenas costumbres, quizá lo esté un poco. Pero sin exagerar .

Exasperar

A veces, el corrector parece ofrecer momentos de inspiración. Hoy me sugirió la palabra exasperar mientras escribía sobre la naturalidad, y automáticamente pensé en cuantas personas de las que conocí a lo largo de los años tienen a gala esa faceta molesta de su carácter. Sí, pude tratar a unos cuantos que dentro de su forma de entender el tránsito por los caminos del placer y la depravación ven en la molestia que provoca en terceros el exhibicionismo impúdico y agresivo de su condición una condición necesaria y deseable. A modo del escarnio prepotente del bufón del rey.

Siempre aprecié en esas formas de agresión el reflejo de los traumas provocados por la manifiesta inferioridad en otros aspectos de su personalidad. Estoy una época en la que cada vez me alejo más de los desequilibrados obsesivos, por muchas cualidades apreciables que tengan en contrapartida. Sé lo que dejo pasar, pero cada vez soy más consciente de lo que me hacen perder. Y cuando noto que comienza a faltarme una vida, hay pantanos que decididamente ya no quiero visitar.

Me resultan....exasperantes. Cosas de la edad, supongo.

jueves, 23 de junio de 2022

Pálpitos

 Recuerdo con claridad la sensación, casi idéntica, en esos dos ominosos días. Uno, el día en que se abrió la mano a la clasificación de roles y géneros. Fue inmediato saber que se daba carta de naturaleza a multitud de sensibilidades bastardas en el ámbito que nos ocupa. Respetables en otros ambientes, pero aquí totalmente fuera de lugar. Un pasaporte a la amalgama sin sustancia, propia de espacios reivindicativos pero ajena a caracteres formados y definidos. En un lugar donde lo inclasificable era un valor comenzó a abrirse paso una taxonomía irrelevante para el aspecto fundamental y originario de un espacio fetichista orientado al sadomasoquismo. Como resultado, los bastardos comenzaron a colonizar el lugar y a desnaturalizarlo. Ya han ganado.

Otro llegó el día en que se optó entre la visibilidad aceptable o caer en el purgatorio de los espacios extremos, y así, desapareció la sangre y otras facetas similares, aunque el peligro mayor es que alguien ajeno al ambiente pueda decidir qué perversiones son legales y cuales no.

La mierda antinormativa del todo vale y todo es bueno y excitante porque sí y si no discriminas vino después, pero jamás habría entrado en un espacio de firmes convicciones. Y ya casi han colonizado la costa, como esas especies invasoras en espacios sin depredadores naturales. Se aprovechan de la tolerancia inherente al sadomasoquismo con las perversiones ajenas para destrozar eso mismo que les permite estar.

Quedaba la esperanza de que Facebook o instagram permitieran las veleidades exhibicionistas de los bastardos y estos se fuera a un lugar que ofreciera a su proselitismo estúpido una plataforma de mayor alcance, pero ahora que un fascista de verdad se ha hecho con Twitter (eso es un fascists de libro y no a quienes señalan tanto falsos izquierdistas y tanto “anarquista” de aluvión) me temo,que la esperanza queda muy lejana.

Y ahora, las quejas a la necesidad de filtrar, al maestro armero, por favor.

Todo esto porque caí por casualidad en un hilo pidiendo remedio para la cura del stress. Claro, me pregunté qué cojones pintaba un hilo así en un sitio dedicado al sadomasoquismo. Sigo sin ver la relación. Aunque sí veo el por qué. En fin.

domingo, 19 de junio de 2022

La prostitución de los símbolos

Ya, ya sé que el titular es desafiante. Que busca llamar la atención con una sugerencia obscena sobre algo que transmite en principio limpieza y estabilidad. La idea de manchar lo simbólico, aquello que forma parte de la pureza que se crea en nuestro subconsciente, tiene algo de provocación.

Pero en esta ocasión, la frase no es resultado de un deseo de epatar y captar la mirada a cualquier precio. No. En esta ocasión, es consecuencia de la sensación percibida ante la recepeción de una imagen para reforzar un mensaje. Un pretencioso mensaje, que hablaba de entrega, posesión, deseo. Un mensaje que sin embargo, está absolutamente desmentido por los hechos, la conducta, el carácter y la disposición mostradas.

Hace tiempo que la estética se usa como parte del ardid que conforma los mecanismos de la publicidad. El anuncio de Jacq's, el sexo ligado a los automóviles, a los perfumes, incluso al chocolate, buscan, como buscó siempre, y con fórmulas más estudiadas desde las propagandas de las dos guerras mundiales, la ligazón del deseo íntimo con el superficial de un producto determinado. Los 80 trajeron la sublimación del imagen, y de ahí usar cualquier símbolo para vender, poco faltó. Tanto que hoy en día ha calado en la vida cotidiana, tanto que falacias como el uso de la palabra libertad en manos de quien precisamente más la coarta (ser libre es conocer todas las opciones para elegir, pero se pierden los fundamentos) se ven como algo natural, y sin que haya una revuelta.

Así que recibir una imagen profanando un símbolo para justificar una conducta injustificable no deja de ser una consecuencia de los tiempos.

Pero qué quieren que les diga, aún me quedan en la mente grados de verdadera libertad, y lo he cogido al vuelo. Como tantos otros sobornos, bajezas e inmoralidades que pululan por doquier en este zoco de sensibilidades corrompidas. Y no, por sensibilidad corrompida no me refiero precisamente a los amantes de las conductas y espíritus perversos y ánimos inconfesables. Esos, todavía, respetamos nuestros símbolos, y no nos vale cualquier cosa. Pero la corriente es imparable, y acabará por tragárselo todo.

Eso sí, corromper un símbolo no es camino de redención. Más bien lo es corregir la conducta con verdadero propósito de enmienda. Pero eso resulta tan difícil no ya de acometer, sino siquiera de asumir. Qué se le va a hacer.

martes, 14 de junio de 2022

Neonormativismononormativo

Hola,

Qué calor. Y no creas que no hay tabúes en este mundo tan inclasificable en vías de normalización. Quizá es la contaminación del neonormativismononormativo reinante.

Es como el Supercalifragilisticoespialidoso pero al revés.

Quizá.

 

domingo, 12 de junio de 2022

Confieso que he pecado

Soy culpable.
Culpable de juzgar por las apariencias.
Culpable de no observar adecuadamente antes de emitir juicio.
Culpable de sacar una palabra de contexto y juzgar de esa forma.
Culpable de no respetar mi propia doctrina y caer en las bajezas de la masa.
Culpable de no pensar.
Culpable de dejar de respetar sin evidencias.
Culpable, en suma, de estupidez.

Una palabra, inseguridad, abrió la espita del buenismo imbécil, y no supe reconocerlo.
Y no, no vale el manido argumento de que la exposición pública de un texto permite tergiversarlo para juzgar a capricho. No. Se han de juzgar los hechos. Y los hechos dicen que lo juzgado y condenado era la libre y consensuada exposición del acto llevado a cabo por dos adultos conscientes y por lo que expresan, en su sano juicio.

Soy culpable de pensamiento. Pero me gustaría ver las disculpas de todos los imbéciles que lo son de obra, y además dejaron la prueba por escrito. Porque la estupidez no exime de la responsabilidad de la falta. Aunque viendo cómo aumenta día a día el número de estúpidos (o mejor dicho, la proclamación pública de la estupidez, porque imagino que el porcentaje de estupidez en la población debe ser más o menos constante en todas las épocas), quizá pronto cambie esa norma.

 

sábado, 11 de junio de 2022

¿De verdad lo crees?


Y ahora, con los muslos mojados....inevitablente.

-“Te odio.”

Me amas. Con una intensidad que no creíste nunca capaz de poseer.
Y acabarás adorándome .

-“¿De verdad lo crees?”

No lo creo.
Lo sé.
Salvo que te niegues a ti misma, lo harás.

Y a pesar de sus miedos, lo hizo. Lastima que no supiera qué hacer consigo misma. Se tendrá que conformar con recordar cómo solía manchar las bragas.

Mis no-fetiches

 

Hay elementos que me cortan hasta el rollo más desbordante. La antilascivia perversa total para mí. Primordialmente, estos tres:

La representación felina. Toda la ñoñería de la diademas con orejitas, las máscaras con orejitas, la simulación de mitones, las fotos trucadas con bigotitos y naricitas....insufrible. Y por extensión las máscaras exageradas de animales (caballos, perros, vacas). Sin embargo un aro en la nariz sí me pone.

Tampoco soporto la mezcla con lo relacionado con el mundo del cómic o la ciencia ficción. Ver ropa interior de Superman, de La Guerra de las Galaxias, de Batman (aunque es comprensible por la estética del personaje o de Catwoman, pero el logo.....), pues no, sinceramente, no. Lo asocio a la infantilización que se comentaba más arriba. Y si bien hay mangas muy ligados a la depravación, cada vez que veo una referencia a ello me viene a la mente Akira y claro, el Apocalipsis nuclear no liga mucho con el sadomasoquismo, no.

Y por último, los corazoncitos. Dichosos corazoncitos, tan pastelosos e inapropiados , sobre todo cuando se entrometen con el metal o el cuero en un arnés, un collar, una pala, un plug.....me cortan totalmente.

Ah, se me olvidaba. Las uñas sucias, mal cuidadas o con el esmalte a medias.....insufribles.

Todo es posible

 

Todo es posible....con el estímulo,adecuado. Fue casi lo primero que aprendí, y me ha marcado en todo mi devenir por este mundo de placer, intensidad, extremos y depravación.

Y de estímulos y la capacidad para asumirlos, asimilarlos después y finalmente materializar lo que proponen. Es inútil entonces resistirse a la tentación, ¿verdad?

No es tan sencillo, pero tampoco fundamentalmente más complejo. Es, sin más. Naturalmente, la capacidad de poder ser se da por supuesta para que tenga validez el aserto.

jueves, 9 de junio de 2022

Haces fotos de Dom

Pues claro. Plasmar la esencia estéticamente no es uno de mis atributos.
La disciplina, sí. Con que trascienda eso basta.

¿Me dejarías hacer...?

No. Ni de coña.
No te dejaré hacer nada.
No te pediré hacer nada.
No te invitaré a hacer nada.

No. Nada de eso.
Si acaso, te sugeriré hacer algo.
Te indicaré hacer algo.
Te mandaré hacer algo.
Te obligaré a hacer algo.

Sea lo que sea, será porque yo lo quiera, desee, se me antoje o me plazca.
Nunca porque lo pidas, desees, quieras, persigas.

Así que ya sabes, más te vale aprender a hacer que yo quiera que lo hagas.

jueves, 2 de junio de 2022

Mira que me gustan los látigos

 Hay amores que no tienen vuelta atrás.

lunes, 30 de mayo de 2022

Una mirada turbia

No, este no es un escrito estimulante. No lo es pues está inspirado por el reverso desasosegaste de lo turbio. No por ese reflejo que al brillar en una mirada abre la espita de una excitación cómplice y perversa.

No. En esta ocasión, la falta de nitidez fluye desde el fondo de una mente perturbada. Se aúnan tristeza, daño, enfermedad y odio. Evidencia esa falta de carácter que se transmuta en agresividad sectaria, malos modos, falta de criterio y ausencia de empatía. Una tristeza bronca que emana de un espíritu irremediablemente dañado, herido, amputado.  

Un modo de ser que ante el daño encuentra su justificación buscando enemigos sobre los que proyectar su odio. Odio que nunca cederá, porque, en el fondo, se odian a sí mismos. Y aunque lo saben, prefieren ocultarse la verdad y culpar al que no es de los suyos. Siempre hay alguien que no es como yo. Pero nunca podrás huir de ti.  

Una mirada turbia sin final.

domingo, 29 de mayo de 2022

Cuando lo cotidiano te recuerda la perversión

La respuesta a ciertas dudas en realidad suele ser tan sencilla.....

jueves, 26 de mayo de 2022

Toqué el cielo con la punta de los dedos

 Y no quise quedarme ahí. Igual que no fue suficiente con imaginar primero, desear después, hacer tangible más adelante y asumir al final que siempre hay más y el deseo tiende a volverse infinito.

Así que llegue a agarrar el cielo. No en un abrazo, ni siquiera a manos llenas. Fue un secuestro, una invasión, una profanación con ánimo de hartazgo. Y el cielo, tan compresivo y acogedor, él, tan dionsiaco y pertubador, incitantemente irrechazable, emborrachó mis sentidos de tal manera de toda percepción quedo distorsionada, en una suerte de orgía onírica que me llevó a perder no ya el contacto, sino el todo y absoluto concepto de la realidad.

Y luego, ese cielo, tan juguetón y perverso, se tornó esquivo de repente, como el mar abriéndose ante las huestes de Moisés, mostrándome un camino sin opción, dejándome abandonado en la nada, huerfano de ese contacto cálido y poderoso que al agarrarlo sentí en lo más hondo de mi ser.

Una nada con recuerdo, con las sensaciones aún presentes en la piel y en el alma. Un cielo que cupo en un infierno, que arderá incesante, lacerante, en tortura infinita, sin final.

Y aún así, veo al trasluz la sombra de mi mano, estirada, buscando ese abrazo imposible una vez más.

martes, 24 de mayo de 2022

Hoy

 

-Uhmmm, hoy te rompía unas cuantas varas encima, sí.

-Mmmmmmm, ¡qué bien me vendría! Señor, sin piedad ni compasión.

-Sí, no te vendría mal. Marcarte todo el cuerpo, entero.

-Por favor. Dele más fuerte.

-¿Fuerte? No putona. En su justa medida. Incesante, a ritmo, con la cadencia perfecta que permita oír el silbido de la vara durante horas.

-No fuerte.... a ese ritmo de cadencia perfecta y silbido palpitante. Igual agrego algún quejio a su armonioso e incesante vareo.

-Quejíos, suspiros, sollozos, gritos, murmullos, letanía, silencio, llanto. Los quiero todos. Y el sonido de la piel marcada. El aroma del púrpura sobre la palidez morena. La vista de la humedad incontenible. El sabor de los surcos calientes y delineados. Todo lo quiero. Y todo lo tengo.

Hoy, mejor que mañana.

Feel the beat (hit after hit)

The beat, on the heat.....

yo qué sé qué....
bueno, quizá sí sé....
.así, al compás...... ,

with a sound beat, hit after hit after hit, after hit on the heat over your skin.
Keep the pace.

miércoles, 4 de mayo de 2022

Almas preparadas (si las pudiera pedir prestadas)

 

Se piden, se piden. Constantemente, por doquier. No hay espacio en el que no se reclamen. Incluso es ya una exigencia. Pedir, además, ¡es tan fácil! Sólo hay que abrir la boca, tomar el lápiz o posar los dedos sobre el teclado y pedir.

Pero lo malo, además, es que te las ofrecen. Con todos los matices que quieras, incluso aunque el resultado tenga que ser por fuerza incoherente. Para un rato, la oferta es infinita. Para más tiempo, menos, pero la hay.

Claro que es fácil pedir el alma de otro prestada. Con la facilidad del hábito y la costumbre.

Lo que no hay, y no parece posible tener, es un alma prestada preparada para ponérsela uno mismo. Para vestirla en aquellas situaciones en las que no queremos contaminar la propia. Un alma de quita y pon. Una especie de alma-paraguas que preserve el interior y permita sumergirse en lo ominoso sin tocar el pecado. Que alinee los sentidos con la esencia, la moral y el entendimiento sin necesidad de conformarlo uno mismo, que nos venga dado. Que sea de usar y tirar, y mantega a salvo de las indignidades de un momento obsceno. Un alma que nos haga parecer otro y no un yo disfrazado. Un alma a la medida para cualquier ocasión. Un sobrealma que haga parecer de verdad en cualquier ocasión.

No sé, mejor modelar la propia e ir con ella sólo a aquellos lugares en los que la podamos presentar. Y así ser individuos con alma, sea cual sea su condición.


lunes, 2 de mayo de 2022

Sentimiento y respeto

Exigir respeto por un sentimiento exhibido es el último recurso del incompetente que carece de autoridad para poder reclamarlo por carácter, pensamiento, conducta e ideas.

Podré comprender un sentimiento, pero si no florece en un sustrato del conjunto de los otros cuatro elementos, no estoy moralmente obligado a mostrar respeto alguno por ello.

Es más, si me parece fruto de la incapacidad, podrá causarme pena. Y si se mezcla con la indignidad, lo combatiré enérgica e implacablemente.

Detesto profundamente el chantaje emocional como elemento antepuesto a la razón, la ética, el conocimiento y la bondad de espíritu. Y por supuesto, como intento de legitimar lo que en modo alguno es respetable. En definitiva, detesto y no respeto en absoluto a todos aquellos que necesitan rebajar el ámbito de la condición humana para sentirse cómodos en su entorno.

Palabras, palabritas y palabrotas

 

Las palabras tratan de esconder lo que la mirada dice. Y la mirada procura ocultar lo que hay en la mente .

Las réplicas pretendidamente despreciativas sólo denotan sensación de inferioridad.

miércoles, 13 de abril de 2022

Te busco y no te encuentras

 Te busco....y no te encuentras.

Las palabras lo dicen de soslayo, con la sutileza de un roce inventado, la caricia de una mirada desmayada. Apenas perceptible, es inequívoco y exigente en su incitante invitación, presa entre líneas que parecen no querer nada y sin embargo lo reclaman todo.

Te busco...y no me encuentras.

Todo. Absolutamente todo. Nada menos que todo. Posibilidad rebosante, hija de la voluntad, la capacidad, el deseo y la curiosidad. Resultado del atrevimiento enfundado en un carácter decidido, delineado y potente, aunque parece envuelto en la seda de la sugerencia que llama y no en la incitación que reclama. Y están presentes los dos.

Me buscas .....y no lo sabes.

O no lo quieres saber. La circunstancia parece tan ajena, los mundos tan diferentes, los espacios tan disjuntos que no parece posible la mezcla de seres tan diferentes. Pero la apariencia no es que engañe, es que no tiene sentido, pues la potencialidad exige crear algo que no existe aún, imposible de imaginar, incluso una vez creador hecho cierto. No lo puedes saber, pero a poco que mires bien....lo sabrás.

Quiero que me odies

 Sí, quiero que me odies. Que no puedas evitarlo.
Quiero que creas que puedes desasirte, y que sepas que te es imposible hacerlo.

Sí, quiero que me odies. Que él descubrimiento te torture.
Quiero que te conozcas en lo que no habrías siquiera imaginado, y que ese conocimiento te capture inevitablemente y haga que tu voluntad deje de pertenecerte. Que lo notes, lo sepas y lo odies, con toda tu alma.

Quiero que me odies, en cuerpo y alma,
Que notes que no puedes controlar tus reacciones, que sientas el manejo externo y no te quede más placer que el sentimiento de entrega, servidumbre y rendición. Y que te sorprendas deseándolo mientras tu odio aumenta.

Quiero que me odies, aunque en realidad, te odias por sentirte así. Y por no desear sentir de otra forma.

Lo quiero. Hazlo. Ódiame.

El elogio de la piel

 El elogio de la piel, desde la aparente paradoja que confronta lo animal con la ternura. El suave cuidado que se mece tras la máscara inmisericorde de la caza despiadada, que se cobra la presa en la orgía de sensaciones del pulso primario balanceado con un cariño infinito por lo que se es, se hace y en lo que el acto común nos convierte.

Jauría cómplice y a la vez primordial, donde todo cabe y está permitido, exigencia de una naturalidad que con espíritus ajenos resulta imposible, impensable, humillantemente indeseable.

Donde nada está prohibido y que por no dejar de ser será. Infinito delirio

viernes, 8 de abril de 2022

Día de rojos

No, no se trata de un capítulo de El mentalista. Tampoco de una reunión de antiguos camaradas, ni de heridas abiertas. No, nada de todo eso.

Fue un día en el que ante mis ojos desfilaron, en una apreciable y casual secuencia (o no, quizá estaba predispuesto a captarlo y mi causalidad derivó en aparente casualidad), un conjunto de imágenes cargadas de ese rojo que remite a una excitante pasión, estimulante de ánimo marcadamente lascivo. No de esos rojos bastardos que parecen querer picotear selectivamente en toda la amplitud del espectro cromático, haciendo mezclas imposibles y obteniendo tonalidades que acaban por asemejárseme a las bolas de plastelina mezclada.

Rojos con predominancia pura, intensa, con esa explicitud plena en la intención que va cargada de guiños y sugerencias, sin dejar que ningún otro tono predomine, y ni siquiera se insinúe subrepticiamente, sin dar lugar a que otra longitud de onda pueda interferir, o peor aún, trate de imponerse usando un tono que no le pertenece.

Ese rojo que es de todos, que cualquiera reconoce su llamada y responde en consecuencia, que lanza su mensaje de intensidad abrasadora, de pálpito carnal y mente psicalíptica, inevitable invitación a centrarse en el sexo en cualquiera de sus formas. En la forma que la mente e inclinación primaria de cada uno concibe la excitación y queda predispuesto al observarlo.

Ese rojo que nos remite a ello sin medias tintas, del mismo modo que el verde lo hace a la espesura del monte o la amplitud de praderas y dehesas, el azul a la liquidez del mar o la amplitud del cielo, el naranja al sol, el morado a la Semana Santa y el arcoíris a la lluvia. Ese rojo que al contrario que los anteriores, que mudan de símbolo al que representar, permanece intacto en su remisión a la sangre y su pálpito caliente y vital.

Un rojo primordial. ¿Qué tendrá el rojo? Yo lo sé, sin duda. Me encantan estos días de rojos. Claro que sí.

jueves, 7 de abril de 2022

Nuria, la de las bragas viscosas

Es una niñita. En todos los aspectos, salvo en las tetas. Claro que es de esas que les crecieron antes que los dientes y centraron en ellas su yo.

Incapaz, incoherente, nada de fiar, mentirosa, cobarde y un poco corta. Encima ni sabe lo que quiere. Pobrecita. Ha quedado condenada a no gozar nunca más lo que ha conocido, y a pensar en mí cada vez que se excita o fantasea.

Pues eso sí, se moja con la humillación. Humillada, mojada y cortita.
Como un animal. Tan animal que se da asco a sí misma. Asco por reaccionar así saberse tan enganchada a la imagen que he creado en su mente. Asco por saber que su placer desde entonces nunca será igual. Asco por no poder evitarlo. Asco por ir follándose a los tipos compulsivamente sin llegar a gozar como ahora sabe que es capaz de hacerlo. Asco por no parar de pensar en meterse las bragas en la boca, en frotarse contra las patas de las mesas. Asco por no ser capaz de decirse que no, que ya basta. Lo triste es que tiene tan poca voluntad y autoestima que aparecerá periódicamente mendigando una ristra de orgamos encadenados sintiéndose la putilla más sucia del mundo. En su cortedad, es incapaz de asumir que ya no habrá más. Y eso la moja aún más.

La niñita manchabragas. Es como el perro de Pavlov. Responde al impulso primario sin mayor complicación. No puede dejar de excitarse al pensarse ante mí. Y ha tenido que reponer toda su ropa interior. Y ni aún así.

Nuria bragas viscosas. Con Dios, en impulsivo calor y humedad.

Amén.

lunes, 4 de abril de 2022

Una colusión incondicional.

 Me encanta cuando ocurre. Casi sin darnos cuenta, se establece una cercanía que nace de un entendimiento esencial. Tanto, que desaparece toda urgencia, toda prisa, no hay ansia alguna y la sonrisa calmada preside con naturalidad el ambiente. No hay que hacer, proponer, incitar o guiar. La certeza de que "pasará" es tan relajante como excitante. Una excitación tranquila, con sabor a fruta mordida, de las que hacen que las fronteras se diluyan, el tiempo se ensanche sin perder el ritmo, con un suave balanceo que mece y abraza con calidez inintencionada con toda intención.

Esa certeza, acompañada de un aroma de abarcable infinitud, fuente de todas las paradojas y crisol de cada posible sensación. Sí, la certeza de que todo es posible, y que por no dejar de ser será. Un infinito delirio llamado deseo, pero de "ese" deseo, tranquilo, excitante, calmado, ilusionante.

Por supuesto, retorcido, perverso. Y adornado con el tibio zumo prensado de uvas verdes y piel de melocotón. Que por no dejar de ser, será, sí. Contra toda tercera parte, que está de más. Incondicionalmente de más.

Es peligroso asomarse al exterior.

 Es verdad. Por eso ya no se pueden abrir las ventanas en los autocares ni los trenes. En realidad, no es más peligroso que antaño, pero ahora se evalúan tanto los riesgos que actos que eran cotidianos o de lo más corriente han dejado de ser posibles. 

Hay una tendencia a adaptarlo todo, absolutamente todo, al paso del más lento. Incluso aunque el premioso no pueda andar. En tiempos de exacerbar la individualidad como rasgo de distinción se favorece el comportamiento gregario. Y casi nadie protesta. Porque el que lo hace será tachado de insolidario, excluyente, sectario o fascista. Curioso esto último, cuando el fascismo precisamente lo que persigue es el comportamiento uniforme y aborregado de la masa. 

No importa, tarde o temprano el péndulo irá al otro lado. Pero mientras, a mí nadie me devuelven los años que pasan envuelto en este magma gris y asqueroso. Aunque lo borregos vayan disfrados de colores. 

Me hago mayor, sin duda.

jueves, 24 de marzo de 2022

Eres peligroso con las palabras.

 No, que va. No creas. No es para tanto. Es cierto que me gusta usarlas, ser envolvente, incisivo, sugerente, implícito y de calculada amabilidad con ellas.

Pero no, no son peligrosas. A menos que poseas la capacidad receptora suficiente como para apreciar todos los matices que procuro volcar en ellas. Entonces, podrían serlo.

Pero ha pasado tan poquitas veces ......

lunes, 21 de marzo de 2022

Entre lo difícil y lo inevitable.

 “La vida no es fácil”, oigo decir.

Pero vivir no tiene remedio, hasta el instante de morir, es inevitable.

“Life goes on, long after the thrill of living is gone"

viernes, 18 de marzo de 2022

Otros maricones

 

Hace unos años, escribí un texto (el enlace, al final) sobre cómo alguien exudaba sectarismo y desprecio al pronunciar la palabra maricón. Más allá del espectro concreto al que iba dirigido y la carga de rechazo cercana al odio que envolvía una frase dicha con suavidad, me alarmaba que alguien en formación, hoy en día, sea educado de manera que se meta a juzgar lo que forma parte de la vida privada de otras personas, visualizaciones aparte.

Hoy, y es algo repetido, he notado ese mismo odio y sectarismo al oír la expresión “hetero normativo”, entre algunas otras. Exactamente lo mismo, y en personas de la misma generación e igual acceso a educación, formación y cultura.

Son iguales. Más allá de la forma, el ámbito y el foco, iguales. Convencidos sin mácula de la bondad de su creencia, y asimilado tan profundamente que forma parte de su personalidad. Cada uno apuntando a su Arcadia feliz, libre de elementos corrompidos y prescindibles.

Sé que no son mayoría, en ningún caso, por sí mismos. Aunque empiezo a pensar, y a temer, que uniendo a todos ellos, de cualquier signo, sesgo y confesión, en un futuro no muy lejano, lo serán.

Los que debieran ser los menos, y bajando, aumentan. Pronto no habrá remedio. Espero, al menos, que se dediquen a matarse entre ellos y nos dejen al resto en paz.

jueves, 17 de febrero de 2022

La niñita impúber

Era un manojo de contrastes. Manojo, porque los reunía sin orden ni concierto. Como tantas otras, es consciente de la fuerza que le da estar buena y poseer dotes de manipuladora. Una caprichosa zorra mona de manual, vamos. La mayor parte de ellas suele quedarse dando vueltas en el mundo que dominan, seduciendo peleles y haciendo con ellos lo que les apetece. Eso, si no tienes pulsiones que te dan a entender que sentir el control puede gustarte, es más que suficiente para la mayoría. Pero si tienes esa querencia....y ella la tenía.

Su vida sexual era corriente en su ámbito. Un amigo al que se follaba cuando le apetecia y que era solícito y obediente, y los polvos ocasionales con quien se le antoja (está buena, no hay que olvidarlo). Pero el placer no era intenso, la mayor parte de las veces un orgasmo y gracias. De natural no muy lista, sí tenía clara la noción de que podía dar más de sí. Aunque no tenía ni idea de cuánto.

En contra de lo usual, vino a buscarme. No sé qué creyó ver, pero el impacto fue sonado, y lo acusó más de lo que nunca podrá reconocer. Se acercó y nos fuimos conociendo. Tenía claro que mentía, tergiversaba y trataba de llevar las riendas a su manera. Que no era en absoluto de fiar. Sin embargo, poseía algo ominosamente atractivo. Detrás de esa apariencia de niñita impúber falsa y manipuladora, estaba una de las putas más grandes que he conocido. Una puta superlativa. Así que a pesar de saber que no podría jamás confiar en ella, me dispuse a averiguar hasta donde podía hacerla llegar.

Un escrito casual me dio la llave. La imagen de una sumisa (su aspiración secreta hasta entonces) siendo usada sin remisión abrió la caja de los truenos. La visión de sí misma a cuatro patas restregando el coño contra cualquier elemento vertical que le permitiera correrse como la perra salida que es le hacía perder toda inhibición. Y esa fue la línea que la llevó a romper la barrera. Encajada en la pata de la mesa de su dormitorio, no podía parar. Como una perra en celo, se venía una y otra vez, sin apenas espacio para tomar aliento entre corrida y corrida. Hasta 10 llegó a encadenar seguidas, sin que su excitación bajara ni tuviera sensación de hartura. Desde luego, la más superlativa de las putas, y era sólo el principio. La voz ronca llevando el ritmo, los jadeos y gritos callados hacia adentro le daban un aspecto animal.

Tanto, que el siguiente paso era casi obligado. Así que uno de los días que la desconfiada y deshonesta putita impúber se presentó ante su papi para jugar, dejó de haber frotamiento. Como era suficiente con dirigirla tres frases escogidas para que comenzara a hervir, las usé con mayor intención y menor recato que nunca. La voz ronca que delata su estado de excitación incontrolada hizo presencia, y entonces, ocurrió.

“Estás muy perra, putita, ¿verdad?”, le decía mientras la veía asentir.
“Uhmmm, y seguro que estás lista para correrte” y su cabeza y voz ronca afirmaban con urgencia, mientras hacía ademán de llevarse la mano al coño viscoso y los muslos empapados.

“Pues lo vas a hacer, pero sin tocarte. Hazlo, putita, YA.”

Y la muy zorra lo hizo. Una y otra vez, con la mirada a la vez asombrada y perdida y un temblor de piernas que no le abandonó en ningún momento.

Perdió la cuenta y cayó desmadejada al suelo, con su sonido ronco y gutural acompañándola como una letanía perversa. Mirándola así, absolutamente entregada, pensé mientras le decía aquello de “Mira que eres puta” que poca veces tendría ocasión de expresarlo con mayor propiedad que en ese momento.

Quién lo iba a decir, la niñita impúber es la mayor de las putas. Y lo que le queda aún por recorrer.

Lastima que no fuera de fiar y su soberbia no le permitiera apreciar que por el momento sólo yo podía sacar a la puta. Cometió un grave error, y se acabó. Si no, esta vez probablemente me hubiera podido por fin retirar contento. No sé si habrá dado con otro papi que sepa sacar a la puta superlativa, aunque sospecho que no. Nada es perfecto,, qué se le va a hacer.

miércoles, 16 de febrero de 2022

Intuición

 Lo que llamamos intuición se basa en la observación inconsciente de múltiples pequeños detalles.

martes, 15 de febrero de 2022

El fetiche rijoso

Hay días que es mejor no levantarse de la cama.

Lo que parecía un encuentro ineludiblemente atractivo no tardó en virar a uno más entre tantos. A veces tengo que hacer un esfuerzo para recordar que frecuento este lugar porque facilita el contacto con personas de afinidad similar. Con lo cual, el gozar de una filia común es motivo suficiente para llamar positivamente la atención, sobre todo cuando se trata de algo que incluso en este mundo de extravangancias resulta poco habitual. Una rareza entre rarezas, y que esta vez no se da al otro lado del océano.

Así que una vez puesto en suerte, con cierto descaro, cito convenientemente, y el viaje del morlaco trae entre otras cosas esta perla:

"Mi interés y curiosidad no surge por el simple hecho de compartir un fetiche...
Y lo de tú intensa curiosidad y desear conocerme solo por eso...."

¡Acabáramos! Entendería la reacción si hubiera tentado al camarero del bar del desayuno, a la panadera o al vigilante de la ORA. Pero obtener esa respuesta de alguien supuestamente afín, en este entorno.....no sé, es como ofrecer bocadillos de jamón en la puerta de una mezquita. Ya, ya sé que sólo es una forma pretendidamente elegante de decir que no tiene interés, pero joder, la argumentación usada es para darle de alta en la página de la parroquia.

En fin, así está este país, desde luego.

Honestidad cromática

Antes de nada, sí, mi placer está lleno de ambigüedades. Hace tiempo que cumplí los quince.

Me hace gracia quien cuestiona mi honestidad sin pararse a mirar la suya. Sobre todo en el ámbito de confluencia de este lugar, supuestamente de encuentro de sensibilidades sadomasoquistas y de dominio.

Concibo pocas actitudes más deshonestas que proclamarse sumiso y pretender mantener control en la relación. Poner condiciones que aseguren ese control. Algo así como un sometimiento a medida.

Supongo que los que pretenden sexo sin más, una pareja o un diván admitirán esa servidumbre. Y los tendrán por honestos y divinos de la muerte por acatarlo.

Sin embargo, para mí resulta sumamente deshonesto asumir una posición de dominio capada. Pero para gustos están los colores.

Eso sí, no admito lecciones y juicios cromáticos de los daltónicos. Faltaría más.

¿Para quién es?

¿Para quién es?, preguntas presa de una excitación malsana.

Asumes otra presencia, una inspiración distinta, un matiz extraño, un aroma diferente.

Te pasas la vida queriendo penetrar en el centro insondable, y cuando hallas una rendija para mirar te asusta creer que no eres la causa de lo que percibes.

¿Para quién es?, bramas temblando, con una exigencia exasperada. Y también inútil.

Inútil si no concibes que puedes tenerlo pero nunca podrás tenerme.
Inútil, pues en ese caso, nunca conseguirás ser capaz de ver que era para ti.

Ráfagas estocásticas de locura

Elucubraciones sobre la casualidad selectiva o de como se arraciman sucesos improbables y sorprendentes. Un conjunto de pulsiones de orígenes distintos que confluyen sobre un mismo punto, como lo hacen las miradas en un teatro, formando un mosaico de individualidades alineadas, que se intuyen pero no se saben, se sospechan pero no se conocen.

Suceso sorprendente, y quizá más causal que casual. Vértigo entremezclado de esperanza y temor, con el común aroma de la no aceptación de la consecuencia de lo que se pretende.

A veces se aúnan en el provecho y otras en el daño. Pero nunca me dejan indiferente.
Cuando sucede, no dejo prisioneros, nunca.

Solo espero que tras cada ráfaga mi mirada se vuelva más clara, y el ánimo más sereno, aunque las manchas de sangre nunca quedan limpias del todo.

lunes, 7 de febrero de 2022

Te bloquearé

 

Si destilas mala baba, te bloquearé.
Puedes abrazar las causas más respetables o deleznables, que si haces proselitismo excluyente, sectario o agresivo de ellas, o simplemente las llevas por bandera, te bloquearé.
Si pides dinero o anuncias espacios que conducen a tu lucro personal sin ser una actividad registrada (es decir, lo haces de frente, pagas impuestos y eres trazable) te bloquearé.
Si eres un jeta que no lo pide explícitamente pero pretende vivir del que le aporte o lo que pueda sacar a sus compañeros de juego, te bloquearé.
Si te mueve el resentimiento, te bloquearé.
Si arrastras taras y traumas del pasado y haces responsable de ello a quienes te rodean en el presente sin pararte a delimitar tu propia responsabilidad en ello, te bloquearé.
Si prevalece en tu actividad la orientada a red social, te bloquearé.
Si pretendes darme lecciones sin conocerme, te bloquearé.
Si eres limitado y juegas a ser dios, te bloquearé.,
Si sólo sabes ser amparado en una masa palurda (o ilustrada, da igual), te bloquearé.
Si tiendes a generalizar ofensivamente, te bloquearé.
Si no me gustas, te bloquearé.

Si no eres capaz de entender:

  • que persigo placer, disfrute y la satisfacción de la curiosidad.
  • que las causas colectivas del ambiente en un país donde la libertad realmente sí permite a todo el mundo ser lo que quiere y como lo quiere ser son un brindis al sol o una excusa para juntarse a tomar cañas.
  • que tu moralidad, en cuestiones de ámbito estrictamente privado y no social, llega hasta donde colisiona con la mía .

si no eres capez de entender todo esto y perturbas innecesariamente mi deseo, te bloquearé.

Aunque, probablemente, no llegues a leer esto, pues, casi con seguridad, estarás ya bloqueado.

viernes, 4 de febrero de 2022

Salió sexo al final

Son días apropiados para ver el atardecer desde una habitación con chimenea. Un buen fuego, intenso y potente.

"Sería genial"

Un sillón, una buena alfombra.

"El crepitar del fuego, relaja hasta poner los vellos de punta"

Sí, igual que el calor directamente sobre la piel y las sombras arrojadas por las llamas sobre la pared. Ver el frío fuera, la caída de la noche, la humedad y oscuridad inhóspitas, acariciado por la calidez del fuego. Y la perversidad de la penumbra.....


"Es muy estimulante cuando se lee."

Y a veces cuando se materializa.

"Te despierta el deseo de querer leer la palabra sexo por algún sitio. Leo rauda para ver si llega."

Oh, no hace falta, basta con sugerirla. Una mesita al lado del sillón. Un vaso de whiskey.

"Según para lo que desees que baste."

La piel desnuda ante el fuego, solo vestida con la cadena que cuelga del collar metálico y baja por la espalda. La vara reposa al lado del vaso. Y el otro extremo de la cadena sobre el brazo del sofá.

"Es una imagen fantástica. Ayúdame a completarla con más cosas"

Las llamas dejan ver unas botas de cuero de la persona que sostiene la cadena sentada en el sillón. A veces destella el blanco de la camisa, que hace juego con la piel blanca y desnuda que reposa agitada bajo la cadena, mirando a las llamas, y ofreciendo la vista de su grup desnuda, expuesta y brillante.

Llanura tersa y virgen aún, a la espera de la caricia de la madera que reposa desmayadamente flexible junto al aromático licor dorado, de sabor intenso y fuerte, con notas severas cultivadas durante años, compendio de años de experiencia elaborando aromas únicos. Un tiron leve de la cadena hace retroceder a la pálida piel, que permanece en posición de ofrenda, hasta que encaja entre los muslos la caña de la bota, y siente como toda la humedad brillante se incrusta en el cuero tenso y suave.

Un leve toque de la vara en las nalgas indica que estas deben comenzar su moviendo, recorriendo la longitud de la caña arriba y abajo, en contacto pleno y absoluto. Lenta y lascivamente. La tensión de la cadena traslada íntegra toda la presión entre las piernas,impidiendo todo relajo.

"Sigue, por favor, estoy leyéndote"

Como una verdadera perra-ca

"Jajajaja"

Arriba y abajo. Con calma aparente y agitación indescriptible.

Mira a las llamas, y siente el reflejo de su infierno interior, del calor de la excitación y el roce que amenaza con desollar la,piel que parece querer desgastar el cuero. El ritmo se torna animal, denso, febril. El pelo cae sobre los ojos, creando una tensión animal, brutal. El deseo de dejarse ir es grande, pero no puede hacerlo. No debe hacerlo.

"Contener eso es bien jodido"

La humanidad parece abandonarla, y emerge la perra, bañada por la luz dorada de la hoguera. Fuera ya ha anochecido, y brilla la luna por el ventanal. La vara toma cuerpo presente, abandonado su función indicativa, dibujando un primer trazo profundo.

"Sigue, por favor"

El cuero abandona su sitio. Entre el pelo que cubre la cara emerge un gruñido de insatisfacción , que apenas tiene tiempo pues el tirón de la cadena la mueve al caballete que hay ante la ventana. Se monta a horcajadas sobre el mismo, cambiando la caricia amable del cuero por un rodillo de madera, algo más rígido, que encaja igualmente entre los muslos viscosos. Apoya las manos y el pecho en la ventana. El cristal frío eleva su excitación, y saber que cualquier observador curioso podría percatarse de tan espléndida visión multiplica el efecto. Nalgas, muslos y espalda quedan ofrecidos. Y comienza a silbar la vara. Tiene permiso para moverse mientras la vara esté golpeando su piel. Y podrá llegar al orgasmo tantas veces quiera.....mientras no pare la vara de golpear.

'Dime un número'

"7"

Solo 7 azotes. Aprovecha bien tu tiempo, ese es el que vas a tener para poder llegar.

1,2,3,4,5,6... y 7. Seguidos. Sin parar.
Quizá debieras haber dicho 70
Ó 700.
Pero eso lo sabrás otro día . Y la cadena te hace bajar del potro.
Ahora te toca limpiar la bota y la madera. Pero ya sin nada que toque tu sexo, palpitante y caliente...y me temo que con menos atención de la esperada. Mientras limpias, la vara vuelve a silbar. Pero ya no es igual, ;)
 

Salió sexo al final, mira.

sábado, 29 de enero de 2022

Lo odioso de tener razón.

Tener razón no es odioso. Lo odioso a veces es no saber qué hacer con ella.
Pero si se aplica el vive y deja vivir, y mejor hacer el amor que la guerra, sobre todo lo primero, lo odioso se diluye bastante.

viernes, 21 de enero de 2022

Cuerdas, cera y azotes

La Santísima Trinidad de inspiración perversa.
Me atrae también lo oscuro, y me provoca placer, ¡qué se le va a hacer!

"¿Qué virgen es esa y dónde hay que rezarla?"

Virgen, lo que se dice virgen, no sé.
Se la reza en los altares del reino ominoso, donde el alma pierde su pureza.
Una experiencia casi mística, si no fuera por las señales que deja en la carne y las huellas en el espíritu.

Pero sólo atiende a la devoción auténtica. No admite conversos.

Una Virgen muy especial, sí.

 

martes, 18 de enero de 2022

Relativizar (o un elexir mancillado)

Una de los aspectos que más me sorprendió cuando comencé a tratar con diferentes personas en este mundo de placer y perversión fue la amplitud de las posibilidades y facetas que ofrece. Esa anchura ilimitada, junto con la riqueza que anida en los matices y el contraste de las paradojas y contradiciones aparentes dan cuerpo a un elixir que aún hoy me resulta inevitablemente atractivo.

Sin embargo, desgraciadamente, todo brillo tiene su reverso tenebroso, o quizá mejor expresado, la tristeza no tiene fin, la felicidad, sí. Y acerca de tan gozoso elixir, la cara deleznable la proporcionó el asombrosamente bajo número de individuos con la capacidad efectiva de apreciar en toda su extensión el universo de sensaciones y posibilidades que ofrece tan divino brebaje. Así, la mayor parte de sus habitantes, y cuanta mayor exposición pública persiguen, peor, no sólo no son capaces de apreciar los infintos matices que despliega en la mente y los sentidos tan apreciable mezcla, sino que se dedican con la saña de los iluminados y la pobreza de los mediocres a denostar todo aquello que les está vedado e intuyen que está ahí. Aplican axiomas y dogmas de barra de bar por doquier a lo que debería ser una aproximación relativa y flexible, con amplitud de miras y ajena a infinitas microverdades pueriles y absolutas.

Es, en todo caso, el signo de la masa, el impulso de sistematizar lo que debe ser improvisación, reglar lo que es inspiración, domesticar lo que no tiene forma, encarnar lo que es espíritu y sublimar lo que es carne. Impulso que acaba por destruir la belleza que no pueden apreciar y disfrutar. Lo descubrí pronto, en la reacción de una por entonces afamada sumisa plena de ínfulas artísticas que se sintió insultada ante la delicadeza de un elogio disfrazado de poesía. Sí, es la parte descorazonadora, aunque, me temo, no es algo privativo de este mundo de dichas sutiles e inconfesables.

Pero hay lugares en los que la vulgaridad reluce más que en otros, como un estigma ominoso de esencia abobinable. Sean monolíticos, cartesianos, borregos y cerriles, pues. Pero, por favor, no pidan la flexibilidad que son incapaces de ofrecer.

¡Qué se le va a hacer!

lunes, 10 de enero de 2022

Buscáis....

 "Tenéis muchos sueños. Buscáis la fama. Pero la fama cuesta. Pues aquí es dónde vais a empezar a pagar. Con sudor."

Cambiad fama por lo que sea que andéis buscando aquí. Estoy tan hasta los.... de tanto almibar inconsistente. Sudarás. Como mínimo, eso.