lunes, 30 de mayo de 2022

Una mirada turbia

No, este no es un escrito estimulante. No lo es pues está inspirado por el reverso desasosegaste de lo turbio. No por ese reflejo que al brillar en una mirada abre la espita de una excitación cómplice y perversa.

No. En esta ocasión, la falta de nitidez fluye desde el fondo de una mente perturbada. Se aúnan tristeza, daño, enfermedad y odio. Evidencia esa falta de carácter que se transmuta en agresividad sectaria, malos modos, falta de criterio y ausencia de empatía. Una tristeza bronca que emana de un espíritu irremediablemente dañado, herido, amputado.  

Un modo de ser que ante el daño encuentra su justificación buscando enemigos sobre los que proyectar su odio. Odio que nunca cederá, porque, en el fondo, se odian a sí mismos. Y aunque lo saben, prefieren ocultarse la verdad y culpar al que no es de los suyos. Siempre hay alguien que no es como yo. Pero nunca podrás huir de ti.  

Una mirada turbia sin final.

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