Me hizo gracia el
apelativo. Tanto por el ingenio verbal como por la idea subyacente que
fluye de aunar los conceptos de emasculación y cerebro. Me gusta la
potente imagen que arroja, un órgano privado de parte de la capacidad de
su función esencial motivado por un acto quirúrgico. Pues esa es la
sensación que tengo cuando trato con estos elementos que pretenden hacer
daltónica a toda a la humanidad. Florentinos de vía estrecha que
justifican bajo la capa de Robin Hood su última subida de impuestos.
Me gusta el mensaje. Y me gustó comprobar que tenía bloqueados a
todos los miembros de la piara (sí, de esa piara, también). Bloqueados a
lo largo del tiempo, tras haber interactuado epistolarmente con unos
cuantos y comprobar que sí, que emasculados mentales es lo más suave y
certero que les puedo llamar. Leí otra frase que aplicaría mejor, algo
así como "Hijo de puta, deja de decir tonterías", pero si hay un modo
elegante de decirlo, ¿por qué no?
Lo bueno es que se agrupan en las susodichas piaras, y eso los hace
tan identificables y aislables. Espero que cuando les falte el alimento
externo acaben por devorarse entre ellos. Como buenos "hermanes",
naturalmente.