martes, 29 de diciembre de 2009

Día gris

Prefiero pensar que es el día


Sin olas o corriente no hay resaca, sin movimiento no hay vida

Zarandeado por el viento que sale de mi, sin lugar para sujetar la existencia

Una paradoja detrás de otra, hasta que la reiteración quita el sentido incluso a la primera.

Parece que no queda nada que celebrar, que el final llegó y mi alma aún dormitaba

Sensación de ausencia de sensaciones, más no de vacio.

La niebla es aún más espesa, y la confusión es el estado habitual con pasmosa claridad.

Claridad para reconocer el caos, o tan sólo es la ilusión que quisiera ver ¿ser?.

No, no hay caos, ni impostura, es algo íntimamente más doloroso, por conocido y real

Prefiero pensar que es el dia, que mañana ya no estará

Prefiero pensar que no soy yo

Blues...



¿Sólo cantais blues cuando estais tristes?


Oh, no señora, cantamos blues cuando estamos tristes, cuando estamos contentos, incluso cuando estamos enamorados.



sábado, 26 de diciembre de 2009

viernes, 18 de diciembre de 2009

Cuaderno de bitácora, 6ª etapa. Éxtasis sereno

Ha pasado ya el tiempo. Más de un año. No empiezo a contar el tiempo desde el dia en que la tome. Todo comenzó desde el momento en que mutuamente nos llamamos la atención. Por que fue mutuo, compartido, simétrico.


Ahora recuerdo el ánimo de cada uno entonces, y parece tan lejano. Algunas sensaciones y conductas que se daban en aquel periodo se han reproducido recurrentemente, pero el entono fue cambiando lenta e imperceptiblemente. Los inicios aparecen como un tobogán. A veces vertiginosos, otras calmos. Reposo y excitación.....comienza a vislumbrase ese continuo enfrentamiento de conceptos contradictorios que después no lo serán, o al menos no tanto. Se agolpan ya los ¡recuerdos!. Y la experiencia empieza a tomar cuerpo. Y hace que todo parezca diferente. Diferente, pero igual. El mismo sentimiento que me acompañó en nuestro primer encuentro, y en todos y cada uno de los que vieneron después, aunque tan sólo fuera para tomar un café, aplicar un castigo, o decirle que por ahí no podia seguir. Lo cotidiano no apagó nada. Tan sólo lo hizo embaucadoramente familiar. Y crece el íntimo convencimiento de que no hay fuerza capaz de romper este vínculo. Lo peor y lo mejor ya han pasado. Y aún están por venir.

Si la última tarde de junio nos enseño la esencia de cada uno, el último mes de 2009 ha sellado indeleblemente nuestro espacio. Sólo nosotros podemos alterarlo. Y lo haremos. Pero eso, será otra historia.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Prohibido no ser clasificable


No di crédito a lo que oía. Uso poco la radio y la televisión, abunda tanto la opinión que me estragan, pero, en uno de los momentos de cambio entre cd y cd, escuché lo siguiente;


"Un espectador denuncia a un músico por no tocar jazz"

Alucinante. El marco, el 5º festival de Sigüenza (por cierto, rima con vergüenza). Los detalles, en el link adjunto. Para mas inri, un guardia civil asistente al evento, dictaminó que lo que había escuchado efectivamente no era jazz, y que el ofendido espectador denunciante tenía toda la razón. Esto no se le ocurre ni a Almodovar, pense. Si me lo dice alguien por la calle, busco una cámara oculta. Pero no. Es verdad.

Supongo que esto parte de ese afán por clasificarlo todo. Y por la ignorancia que cada vez más se establece en multitud de cerebros tan sólo útiles para que sus poseedores se miren a si mismos. Recuerdo mis primeros tiempos de espectador en conciertos de jazz. Tras pagar en ocasiones más de lo deseado por ir a ver a un nombre sin saber lo que había detrás, procuré documentarme para no incurrir en el error de tragarme algo que no fuera capaz de digerir. Entonces no había internet, con lo cual el modo de oir a ciertos individuos era comprar un disco, conocer a alguien que te los dejara (de vinilo, entonces tenía merito prestar un disco) o te los grabara y sobre todo, leer y conocer su trayectoria. Ahora, no hay excusa. Tienes el último trabajo de todo el mundo al alcance de un click. Incluso el último concierto, si lo sabes buscar. Lo del denunciante me suena a pataleta del ignorante que cae víctima de su propia frustación. Pero, hay tantos de estos, y gritan tanto, y hay tanto cretino que les escucha, y les hace caso, que.....bah, ¿para qué?. Debe ser que me hago mayor. Eso si, al espectador ofendido le aplicaba lo que a los ultras del futbol. Cuando haya otro concierto en Sigüenza, que el individuo se presente en el cuartelillo, se siente junto a su amigo el guardia-jazzista, y se pongan un disco de la Pantoja. Que tampoco es jazz, pero si la denuncian, ella por lo menos, está más cerca de la carcel.


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