sábado, 25 de febrero de 2012

Orgullo

No debe ser casualidad que algo en lo que no había pensado durante bastente tiempo sea omnipresente sin aparente razón. Esta semana el orgullo es algo recurrente. Se me presenta de frente, por los rincones, en los días corrientes y cada minuto de recuerdo. En las conversaciones, en los hechos, en mi interior y en el espejo que son los demás. En casa, en la oficina, en un restaurante, en un dormitorio......

Lo tengo por algo capaz de provocar sensaciones de lo más opuestas ante un mismo estímulo, modulado por pequeños detalles que no suelen ser fáciles de controlar. Desde un punto de vista frío, lo considero un estorbo, aunque por otro lado es un magnífico catalizador que puede llevar a acometer lo impensable. Un elemento inestable, con el que no conviene jugar demasiado.

Un orgullo satisfecho produce un placer como pocas cosas pueden ofrecer. Un orgullo herido genera sentimientos realmente oscuros, dolor y tiende a nublar la razón.

Y un orgullo enfrentado a otro..... que decir del choque de egos orgullosos.

Por mi mente pasó un orgullo castigado, una mirada orgullosa, un cuerpo henchido de orgullo, un orgullo derrotado....sensaciones diversas, del plano eminentemente sensitivo. Y también recordé un orgullo vencido haciendole creer que venció, el deseo vengativo de querer aplastar a un orgulloso vencedor, el orgullo ajeno ante la consecución de un hito......y cada vez pienso con más convicción que el día que deje mi orgullo a un lado, viviré mucho mejor.

El día que no necesite demostrar nada, no necesitaré orgullo alguno con el que gritar a los cuatro vientos lo genial que soy; pues ese día sabré que soy por mi mismo, sin que me importe lo que digan los demás. Absolutamente seguro de si mismo, al fin.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Dos frases

"Cuando mis deseos son mayores que mi conciencia de riesgo, me lanzo"

"El fútbol tiene un elevado componente adictivo porque se sostiene sobre los extremos"

Son dos frases leídas en entornos muy diferentes. La primera está entresacada de una entrevista concedida por Pedro Almodóvar en la que, entre otras cosas, dice eso que, para mi, es principio y fin de todo lo que cuenta.

La segunda es el comienzo de la crónica de un partido. Sin embargo, es plenamente aplicable a otros entornos diferentes a la actividad resultante de dar patadas a un balón. Bajo mi particular apreciación, por supuesto.

En ambas subyace una explicación de como el componente emocional condiciona la conducta de quien lo recibe. En la frase sobre los extremos, sin consideración adicional, de un modo puro, mientras que en la cita de Almodóvar aparece implícito en la comparación que efetúa el contrapeso análitico o de la razón.

En mi mente, inmediatamente se asociaron las dos como una suerte de elementos del trío que pueden explicar el por que he tomado ciertas decisiones en los últimos años, y el modo en que abordo las actividades que de las mismas deviene.

Falta en esta tupla el componente puro de la razón, como espejo necesario de la parte intuitiva o no consciente (mis deseos, pero no sólo ellos) para el que seguro hay una frase tan descriptiva como las que dan origen a esta reflexión.

Pero eso se propone como ejercicio para quien quiera jugar a ello.

jueves, 9 de febrero de 2012

Café irlandés

Jueves ya, la semana toca a su fin en lo que se refiere a nuestros juegos.

Quedamos en tomar algo tras acabar la jornada. Decidimos ir a uno de los pubs que solemos frecuentar. Este en concreto tiene un rincón adecuado para casi cualquier cosa que se me pueda ocurrir. Hoy, voy sin plan establecido alguno, se trata de pasar juntos un rato agradable.

Al entrar, la mesa que me gusta está libre, y nos sentamos allí. El camarero sonríe, ya nos conoce, y no puede negar que se le alegra la vista cuando ve a la rubia.

Pedimos sendos cafés irlandeses, suavecitos, y comenzamos a charlar. Hoy lleva una falda amplia, y me gusta que la tenga subida. Como también me gusta acariciar sus piernas, y sus muslos, y todo aquello que se me antoje. Aún no está completamente metida en situación, su pudor la delata, lo que hace que el juego me divierta todavía más. Aunque juega a enseñarme las bragas, y poco a poco se va entonando. Entonces, le digo que se las quite. Hace ademán de ir al servicio a cumplir mi orden, y se lo impido. No, debe hacerlo allí mismo. Y allí mismo pasan de sus piernas a sus manos, claro. El pudor ya casi se ha desvanecido.

Nos traen los cafés, y vienen sin las galletas de costumbre. Las reclamo demorandome intecionadamente al pedirlas, mientras la observo...sí, podría ser. Ya está subiendo la excitación; también sube su falda, que me muestra su pubis blanco, desnudo y es ahora ella la que toma mi mano y la lleva entre sus piernas. Quiere sentirla entre sus labios. Me acerco a su oído y le susurro " si comienzo a tocarte, habrás de llegar aquí mismo hasta el final"

No se sorprende. Mira alrededor, al espejo que tengo detrás.....le aseguro que nadie verá nada explícitamente, aunque ambos sabemos que cualquiera que nos observe 10 segundos se dará cuenta de lo que pasa.

Con mi vista clavada en la suya, comienzo a acariciarla. Su sexo busca mi dedo, y suspira. Pone cara de que no hay vuelta atrás, y me agarra la muñeca. Se turba, dice que eso no está bien, y le hago mirarme a los ojos, con fijeza. Vienen las galletas, lo que provoca un pequeño receso, y continuamos. Aumenta la intensidad, se tensa, toma mi mano libre con fuerza, suspira, disfruta..y disfruto.

Toda la expresión de su cara, hermosa, me anuncia que ya llega; mi voz tenue, casi inaudible, le concede permiso para correrse. El bar está ahora casi lleno, y nadie parece darse cuenta de que la rubia espectacular de la mesa de arriba está teniendo un intenso orgasmo al tiempo que se muerde los labios y entierra su rostro sobre mi hombro.

Llevo mi dedo a su boca, que lo limpia con dedicación, mezclando su sabor con el aroma de la nata, el whiskey y el café. Y del chocolate de la galleta, claro

lunes, 6 de febrero de 2012

Lunes...sonríe...

Optimista, vital, sencillo....parece tan fácil que cualquiera podría tener la tentación de levantar a Carole del piano y ocupar su sitio.



Pero si no tienes la necesidad de sentirlo, ni siquiera podrías tomar el lugar de la pandereta. Cuantas veces he oído denostar cosas como ésta diciendo que son "fáciles". Pues hale, que vengan los maestros de lo complejo y lo mejoren (o que tan siquiera se acerquen a ello). Ya lo decía Schumann "Huye de lo artificioso y busca siempre lo sencillo. Las composiciones de difícil mecanismo envejecen pronto". Que mejor ejemplo que sus lieder.

Lunes, sonríe...

y por si no había suficientes motivos, otro




Una joya encontrada tras 20 años de búsqueda....¡existe!. Hasta ahora sólo conocía la versión maravillosa de Al Jarreau con Nile Rodgers y la magnífica banda que juntaron para el disco. Y tras oir el original, me agrada ver que no lo han mejorado, porque es casi imposible. ¡Y pensar que la cinta con el master estará almacenada en un armario cogiendo polvo.! Las imágenes no acompañan mucho, ya (aunque ese amplificador Sansui es lo que tiene mi viejo Scott dentro de sus tripas, que aún sigue sonando con un tono "especial"). Y los chasquidos del disco al final...En fin, cosas de los primeros 80.

Definitivamente, internet es un gran invento, y a ver si las discográficas........