miércoles, 29 de noviembre de 2023

De los grados del ser

¿Te hace lo circunstancial ser más o menos en esencia? No, solo en probabilidad.

Las circunstancias pueden modularse. La capacidad del ser, no. Puedes o no puedes ser. Sin más.

Esta disquisición vio la luz a causa de encontrarme por enésima vez con la cargante cuestión de ser buen o mal sumiso. Y no creo que nadie deba martirizarse por algo que está fuera de su alcance. Como mucho, podría preocuparse de tener la adecuada disposición o convencimiento. Pero crear las circunstancias que le permitan ser en toda su extensión no están de su mano. O no debieran estar, pues entonces, está detentando el "sometible" parte de las funciones que corresponden al "sometedor". Y no se trata de eso.

domingo, 26 de noviembre de 2023

Supernova (Universo consumido)

 

"Por eso, al recorrer con el dorso de las uñas el interior de tus brazos, abres más las piernas y dejas caer la cabeza invitándome involuntariamente a que lo ponga de nuevo derecho, asiéndote el pelo, y dejando tensa firme la piel del cuello, expuesta, vulnerable.

El aroma del deseo, de la mente pervertida, curiosa, incitante, dispuesta. Inunda la estancia, sin haber llegado a tocarte, apenas rozarte.

Esos labios deliciosos acarician tus lóbulos, oyes la respiración, esperas un sonido que te dirija, te lleve. No hay obligación, pero tampoco voluntad. Empiezas a notar que no necesitas dejarte, vas, y más aún al sentir el suave mordisco donde antes había caricia.

Anticipas, tensa, algo. Un contacto, una palabra, una indicación. El pelo tirante, la piel erizada, las piernas abiertas, la ropa empapada.....

.......y privada de la visión, el tacto, el oído, el olfato....se disparan. Y cuando lo que parece el envés de la mano dibuja tus labios abres la boca, queriendo saborear ya algo de ese intruso que amenaza con invadirte, entera."

Después, un clímax que pareció infinito, pero que apenas explotaba al tragarse de golpe toda la energía que engendró. Deja una bella espiral, y los trazos de una húmeda y aromática intensidad.

¿Puedo pedirle algo?

Es magnífico. Por forma, amplitud, simetría, tono, consistencia.....la voluptuosidad encarnada, trascendiendo incluso el fetiche. Y sensible. Extremadamente sensible.

Ya el obligado instante de tomar la cuerda y hacerla deslizar entre los dedos en toda su longitud, tomando los cabos, se convierte anticipadamente en un acto placentero. El tacto, el olor, el suave sonido del trenzado entre las yemas sensibles son preludio de incitante momento que va tomando forma.

Tras inclinarse ligeramente hacia adelante, sopeso tan divina plenitud, provocando al instante la atención de los pezones, y el no menos delicioso estímulo de las aureolas, que adquieren esa rugosidad propia de los momentos de alta excitación. Las recorro lentamente, con la cuerda ya en la mano, aumentando la dureza, el relieve, la tensión, dejándolas listas para proceder.

Procedo, sin prisa, dejando fluir la cuerda entre los dedos, acomodando la carne plena y palpitante con el dorso de la mano, de ese modo que no por conocido deja de ser único en cada ocasión, y más cuando, como es el caso, se trata de su primera vez.

Los suspiros de excitación y temor se mezclan conforme aumento la tensión hasta el límite justo que es capaz de asimilar (pues, aunque aún no lo sabe, pero pronto lo hará, puede soportar más, mucho más). Nota como la presión es constante y siento como el temor desaparece para dar paso a la intensidad, el deseo sensible, el placer de romper una barrera y dejarse llevar.

Cuando se encuentran los cabos de la cuerda y el nudo que los une da el último toque a la fijación, hace tiempo que sus ojos miran sin ver. Pero lo dicen todo al notar el peso suspendido, flotante, turgente, descansar pulsante sobre mis manos, que acarician con suavidad la redonda calidez que comienza a tomar un tono violáceo, testigo de una intensidad que no para de crecer.

Bastantes minutos después, mientras recorre con un gesto entre malicioso y divertido las marcas del trenzado sobre la base de tan magnífico pecho, me hace la pregunta:

"¿Puedo pedirle algo?"

No es difícil adivinar qué va a ser.

 

sábado, 25 de noviembre de 2023

Retos

 

"¿Me está Usted retando?", pregunta con ánimo belicoso.

"No. En absoluto. Espero de ti una entereza de carácter, intelectual y de espíritu que no necesite de una excitación provocativa para apreciar el interés de lo que se abre ante ti.*

Los retos son para los displicentes, bravucones, triviales y carentes de profundidad. Aburridos egoístas, en definitiva. No me interesas como respuesta a un desafío. Te quiero como resultado de un deseo inevitable.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Placer abstracto

 

¡Qué gusto me das!
Hablamos el mismo idioma hasta en el silencio.

o de los caprichosos encuentros que trae la infinitud del Universo

No puedo

 

No, no puedo. Nunca los he tragado.
Y cada día puedo menos.

No puedo con las mentes cortas, obtusas, literales, de filosofía de epigrama y trazo grueso.

No, no son sencillos, ni les justifica la simpleza, ni siquiera en el hipotético e improbable caso de que no sean conscientes de tamaña limitación.

No, no puedo cuando airean su incapacidad exhibiendo patéticamente tan denigrante falta de cerebro.

Y sobre todo, no puedo con que digan que tienen el derecho de decir lo que quieran. La simpleza mayúscula y suprema.

No, no tienen derecho a crear ese silencio incómodo a su alrededor, o las miradas de conmiseración. Y mucho menos, a provocar un solidario despliegue de simplezas cómplices al romper el hielo que un pudor intelectual mínimo había impuesto.

Si quieres ser un imbécil, por favor, selo en la intimidad. Que no todos los desnudos son apreciables.

lunes, 6 de noviembre de 2023

El coño acuático

Era un coño a un mar pegado.
Era un coño impulsivo.
Era un coño incapaz de controlarse.
Era un coño fluido.

Aunque decir esto último no es hacerle justicia.
Estaba directamente conectado a dondequiera que nace su placer.
Placer masoquista absoluto.
Cada brizna de dolor acumulada provoca un efecto exponencial.

Y en un momento dado, empieza a manar.
Sin límite, sin pudor, sin medida, sin fin.
Una vez comienza, pronto aparece la sensación que de no parar el estímulo, puede acabar disolviéndose.
Primero es una gota, luego un chorro, finalmente una cascada, y acaba bañada en un charco.

Y no, no se trata de una confusión con los líquidos. En absoluto.
Todo lo produce ese coño acuático interminable.
Aunque parezca otra cosa, no lo es.
Algún día tendré que probar que acaba antes, si la tolerancia al dolor o el manantial incontenible.

Mas me temo que ninguno de los dos tiene final.

 

domingo, 5 de noviembre de 2023

El coño rítmico

Se sincronizó de una forma asombrosa al ritmo suave, ligeramente sincopado , que sistemáticamente golpeaba entre sus muslos.Lo sorprendente venía precisamente del placer que creciente que experimentaba con cada impacto, certero, suave y constante, en su sexo, cada vez más mojado, más hinchado, más sensible, más excitado. Pues era algo totalmente nuevo para ese coño.

Pronto los gemidos pusieron un contrapunto sutil, al tiempo que las caderas poco a poco se acompasaban al palpitar de la carne de su sexo, tan rítmica y resonante, que hacía vibrar cada fibra de su ser.

Y, como no podía ser de otro modo, explotó. Al ritmo del coño, por supuesto.

 

El coño infinito

Nunca recibió otra cosa que no fuera una polla, dedos o una lengua. Aunque es cierto que la polla, según confesó, era de un tamaño considerable. Pero no tanto como para pensar que pudiera ser, sin acondicionamiento previo, tan sumamente acogedor. Bueno, hay que considerar también que poseía una sexualidad única, parecía naturalmente dotada para disfrutar del sexo sin límite. Así, cuando una situación le resultaba excitante, y esta lo era mucho, desplegaba una sensualidad intensa, brutal. Tanto que parece que los límites desaparecen todos y se antoja capaz de cualquier cosa.

Y, desde luego, su coño, lo es. Acogió sin mucho esfuerzo los dedos....3, 4....enseguida, en un abrazo mojado, caliente, envolvente, dilatado. Podría decirse que casi ansiosa si no fuera porque no había urgencia alguna, y se abrió natural y puntualmente a cada incremento del volumen que la estaba invadiendo. Y con esa naturalidad, engulló la mano entera, se acomodó a ella y admitió que entrara y saliera con absoluta fluidez y suavidad.....dentro de lo que era el ser brutalmente follada por un puño.

Un coño infinito. Imposible que haya otro igual.

viernes, 3 de noviembre de 2023

El coño insomne

No puede dormir.
Tan insomne, él. No puede cerrar los labios (uy, los párpados, será).
Nada, ni con un besito, ni con suaves caricias, ni con amenaza de azotaina, a mano o con zapatilla.
No se quiere dormir. Y llora, se le caen las lágrimas, húmedas, densas, perezosas.

Quizá necesite el chupete. No hay como los remedios clásicos.

Y a dormir.