jueves, 27 de octubre de 2022

Want, like, pretend...

I like you when I make you be what I want you to be.
In those moments, what you want to, you like to, or you pretend to be is meaningless.

domingo, 23 de octubre de 2022

El tipo del Opus (el círculo que se cierra)

Cuando estaba en el colegio, tenía un compañero de clase con el que me llevaba muy bien. Jugábamos a menudo en el patio, y aunque no compartíamos pupitre, pasabamos buenos momentos juntos, y nos reíamos bastante.

Cuando teníamos 11 años, se fue del colegio, y estuvo dos años fuera. Volvió...y ya no era el mismo. Había estado ese tiempo interno en una residencia ligada al Opus Dei. Y la persona que vino ya no tenía esa claridad en su alegría, ni limpieza en la mirada. De hecho, la mirada era apagada, sin el brillo vivaz que le caracterizaba. Pero lo peor no se veía.

Ocurrió un día, por casualidad, cuando en un grupo le preguntamos que cómo era el lugar en el que había estado. Con cierta incomodidad, nos explicó algo, tratando de mostrar por encima de todo lo bien que le había venido. En cierta manera, trataba de expresar que había visto la luz.

Entonces, alguien le dijo que si era un centro del Opus, pues le había visto ir a un lugar de estudio que estaba no lejos de nuestro colegio. Y se le cambió la cara. Adquirió un gesto tenso, poco amistoso, y no contestó. Otro de los chicos repitió la palabra, "Opus", y nos quedamos alucinados. Se puso violento, y trató de pegarle, diciendo que no dijera esa palabra.

Para qué quería más. La palabra de marras se convirtió en su cilicio, tormento y cruz. Cada vez que alguien quería tocarle las narices, le decía "Opus, opus, opus, opus" y la reacción era inmediata.

Teníamos 13 años y el ya disfrutaba de un lavado de cerebro alucinante.

¿Por qué cuento ésto?

Prueben a decir, en según que ámbito, "Puta", "Marica", "Bollera", sin necesidad de usar acepciones de intención ofensiva....y la reacción será igual: agresividad derivida de un lavado de mente. Es más, hay una polémica en redes (me pregunto si realmente eso son polémicas, pero bueno, así se catalogan) con respecto a la canción de los Hombres-G, "Sufre mamón" y lo que una iluminada de nuevo cuño soltó en un programa de televisión....y en cómo se alineó el imbécil del presentador con semejante estupidez. Al leerlo, resonó en mi mente " Opus, opus, opus, opus"...y vi, con tristeza, que son los mismos perros con distinto collar.

El collar de la estupidez ligado a un lavado de cerebro. Las mentes arrasadas no tiene color. Solo idiotez y consignas.

En fin, hasta que esta ola de idiotez vuelva a su ser, habrá que aguantar, y llevará tiempo (lean el titular de la niñita ecologista en un periódico de hoy, no tiene desperdicio). Pero cuesta, sí. Llevará tiempo aún. Espero no morirme antes.

jueves, 20 de octubre de 2022

Lo siento, no voy a hablar contigo

Vaya.....y yo que renegué de la vida pública (el tiempo suele explicar el por qué), no tengo opción a ver una respuesta tuya....salvo que me sigas, claro.....pero como no suelo usar los trucos fáciles para atraer miradas curiosas, tampoco será sencillo que uses ese camino.....joooo, ¿será posible que las normas puedan conspirar contra aquello que solo surge en ausencia de normativa?......claro, claro que es posible....pues, ¿para qué están las normas si no?......para arbitrar la convivencia de los grupos.....y entonces, con los individuos ácratas...¿qué pasa?......uy, hay una respuesta.....pero espero que no sigas las normas para obtenerla.....

Las siguió. Es curioso lo obedientes que son los revolucionarios actuales.

martes, 18 de octubre de 2022

Evil lust

"Their abnormal evils created a sinful lust craze."

I really LOVE that sentence. Says soooo much....

viernes, 14 de octubre de 2022

Condiciones

 Que algo sea deseable no implica que sea de obligatoria condición.

Lo que me da la gana

No hay más. Tan sencillo de enunciar.

Y de cumplir también. Basta con que lo tengas claro y que estés dispuesta a disfrutar de lo que tienes tan claro.

Mando Yo.

martes, 4 de octubre de 2022

Todo es posible

Habrá quien haría lo que fuera por sentir que todo es posible.

Sin embargo, son muy pocos los que se atreven a llegar a saber que todo es posible.

Eso sí, el que llega ya no tiene vuelta atrás. Pero la mayoría de esos pocos escogidos suelen quedarse en el dintel de la puerta. Tienen que ofrecerlo todo, absolutamente todo, para poder pasar. Y tras hacerlo, nunca más serán suyos. Ni hay retorno.

Lo abrumador es que no se trata de un sentimiento, ni una sensación. No.
Procede de un hecho innegable
Es un conocimiento que se adquiere desde la certeza.
Tan cierto que no admite opinión. Ni tiene remedio.

El cenit del deseo hecho realidad.

Las sensaciones se pueden modular. La certeza, no.

La esencia (¿qué os da?)

Lo esencial. Ahora es cuando aquellas palabras que me dijeron una vez (“somos muy pocos”) toman todo su sentido. 

Y la respuesta a esa pregunta que te hicieron (º¿qué os da?”) aparece en todo su esplendor: “esa fuerza inexplicable que hace que todo parezca posible”. 

Es eso.

Sin embargo, ¡qué difícil es desprenderse de todo lo accesorio para disfrutar sin límite de ese poder!, ¿verdad?

Y no, no es cuestión de fe, como los obtusos y los incapaces desean creer. Pues hay certeza, método, realidad, sentido y tangibilidad, aunque vengan de la mano de lo intangible. Es la certeza del pensamiento la que convierte la sensación en sentimiento. Aún en contra aparente de toda razón.

No eres tuya. Eso lo sabes desde el minuto uno. Y nada lo va a cambiar. 

lunes, 3 de octubre de 2022

No te entiendo

"No te entiendo. No sé lo que me quieres decir."

Es normal, a veces, sobre todo si ha pasado un tiempo, me cuesta saber que demonios le quise decir. Probablemente, la falta sea mía.

Pero entonces......¿por qué otras veces sí me entienden? Con mensajes aún más crípticos, enrevesados, opacos, aparentemente pretenciosos e imperceptiblemente sugerentes, sí me entienden. ¿Corrigen entonces mi falta?

¿O más bien será que la culpabilidad está, cuando menos, compartida?

No lo entiendo, la verdad. Quizá por eso no deja de ser uno de mis juegos preferidos.

Estás perdiendo facultades

 ¿Tan poco te exigen últimamente?

Una panadería

Me encuentro en el coche, esperando a con quien por entonces disfrutaba de una inigualable relación D/s. La veo aparecer, al otro lado del paso de cebra cerca del cual me hallaba estacionado. Una vez el semáforo cambia, lo cruza y se acerca sonriendo, mirando hacia mí. 

Tan pronto como pisa la acera, un hombre en una moto se detiene y le pregunta algo. Ella se para, atiende a lo que le pide, y le da unas indicaciones. Una vez a acabado, el hombre responde algo, y veo que la cara de ella dibuja primero una sorpresa considerable, y después una sonrisa, para acabar dando una amable respuesta. 

El hombre sonríe a su vez, con un encanto particular, y tras saludar a modo de despedida, sigue su camino, son seguir las indicaciones recibidas.

Una vez sube al coche, le pregunto por el encuentro.

"Oh, me preguntó si sabía dónde había una panadería. Le di indicaciones para llegar a la más cercana. Una vez las hubo recibido, sonrió y me pregunto, casi conminándome, pero de un modo amable, a que nos tomáramos un café. Desde luego, es un caradura muy encantador.", me explicó, con una sonrisa entre pícara y complacida dibujada en su cara.

Y la verdad, yo también sonreí. No hay como acometer  ciertos actos con una segura naturalidad.

Soy difícil de explicar

Leo la frase en un perfil que desgrana una personalidad decicida, distinta, curiosa. En suma, atractiva. Y no puedo dejar de recordar los primeros momentos que siguieron a la decisión de continuar desde el mundo de las ideas al de lo tangible. Una de las primeras preguntas fue "¿Por qué?". Aún hoy no tengo respuesta. Afortunadamente, pronto, muy pronto, entendí que era muy posible que jamás la llegara a tener, dejando de ser una piedra angular que formara parte de base alguna.


¿Por qué? Ni idea. No soy capaz de explicarlo. Me basta con reconocerlo, dominarlo, conducirlo, disfrutarlo, someterlo, y fluir con ello. Fue suficiente para construir un marco, el ambiente en el que poder ser sin romper nada, o al menos, sólo aspectos accesorios, que no provoquen daños a terceros.


Así que no tengo la menor idea. A mí me basta. Pero me encuentro con frecuencia que quien comparte conmigo ese espacio, sobre todo cuando se convierte en algo que va mucho más allá de lo ocasional, trata de conocer "mis por qué". No puedo dar respuesta. No la doy, claro. Y entonces, vienen las apreciaciones sobre la supuesta impentrabilidad de mi ser. "No te dejas conocer", suele ser la sentencia. Pero creo que no ocurre eso. Porque, aunque parezca que no, acabo siendo absolutamente trasparente en lo que motiva mi estímulo, interés, deseo, y suelo ser inusualmente concreto y claro con el objetivo que persigo. No sé, imagino que el ser capaz de enunciar todo eso con aparente claridad y sencillez debe hacer sospechar que me guardo bajo siete llaves las respuestas a todos esos "por qué" que nunca he sabido proporcionar.  


Imagino que también parte del error proviene de la necesidad (consciente o no, pero comprensible, por otro lado) de tratar de correlar mi comportamiento y carácter en ese ámbito tan especial con el resto de mis característicasmás comunes y cotidianas. Si la hay, no es fácil de establecer. Y yo hace mucho que dejé de perder el tiempo en buscarla.

 

No sé si por eso parece que soy difícil de explicar. Yo creo que no. Supongo que se trata en el fondo de cierta impaciencia mezclada con una necesidad de controlar lo que suele estar fuera del alcance de quien lo persigue. Y eso hace que la explicación sencilla, trivial, casi obvia, parezca una cortina que oculta la presencia de lo verdaderamente esencial. La vida, parece, es eso que acontece mientras tratas de explicártela. 

 

Si algo fluye con fluidez, yo no perdería el tiempo en tratar de destripar su mecanismo. Pues cuando deja de funcionar, entonces si que ocurrió algo que puede ser verdaderamente difícil de explicar. 

domingo, 2 de octubre de 2022

Cadencia decreciente

 La mañana de otoño se resiste a dejar atrás el aroma a estío, tozuda ante la certeza que la esencia de la luz y el frescor imponen, pese a su claridad y tibieza, casi nostálgicas.

La cadencia de sonidos porteños enfoca mi ánimo hacia la realidad que trata de difuminar esa ensoñación de días lentos y noches embriagadoras, cálidas, cortas y eternas, que ya han dejado paso al anuncio de la humillante rutina que traen consigo el frío, la oscuridad y el reflejo de placeres pasados que como poco tardarán meses en volver.

Aunque alguno quizá ya no vuelva a hacerlo. No por que la naturaleza vaya a negar el retorno, pues aunque los agoreros anuncian cada mañana el fin del mundo, en realidad lo único que va a morir es la forma de estar en él. Así que no, los días de calor y luz regresarán puntualmente. Seré yo quien no sea el mismo. Como cada año. Inevitablemente.

Entonces.....¿qué lo hace esta vez diferente?

La respuesta me la dan las notas melancólicas del bandoneón, que aunque tratan de sonar optimistas y amables, no pueden sacudirse el peso inexorable de cada momento vivido. O quizá, más acertadamente, la cruda certeza de la liviandad de los cada vez más escasos minutos que quedan por llegar. Y aunque no tengo motivo para pensar que la nueva estación vaya a dejarme de lado al volver, solo el hecho de pensar en ello me hace dolorosamente consciente de que habrá sorbos que no volveré a saborear.

Y así, mientras las notas sacuden una nostalgia de lo que volverá a ser, miro por la ventana el día de un tiempo que se resiste aún a ceder, y que, invariablemente, acabara por desaparecer.

sábado, 1 de octubre de 2022

Los mundos de Yupi - 2022

 "La idea de que es posible tomar el cielo por asalto y darle la vuelta todo es bonito para la poesía, y me gusta mucho la poesía, pero creo que a la hora de ser Gobierno uno tiene que hacerse cargo de la historia que tiene detrás”.

Es más fácil soñar que ejecutar. Por eso detesto a los soñadores que exigen resultados sin bajarse de su nube envueltos en una bandera. A todos aquellos que promueven mundos de Yupi sin mover un dedo.