domingo, 23 de octubre de 2022

El tipo del Opus (el círculo que se cierra)

Cuando estaba en el colegio, tenía un compañero de clase con el que me llevaba muy bien. Jugábamos a menudo en el patio, y aunque no compartíamos pupitre, pasabamos buenos momentos juntos, y nos reíamos bastante.

Cuando teníamos 11 años, se fue del colegio, y estuvo dos años fuera. Volvió...y ya no era el mismo. Había estado ese tiempo interno en una residencia ligada al Opus Dei. Y la persona que vino ya no tenía esa claridad en su alegría, ni limpieza en la mirada. De hecho, la mirada era apagada, sin el brillo vivaz que le caracterizaba. Pero lo peor no se veía.

Ocurrió un día, por casualidad, cuando en un grupo le preguntamos que cómo era el lugar en el que había estado. Con cierta incomodidad, nos explicó algo, tratando de mostrar por encima de todo lo bien que le había venido. En cierta manera, trataba de expresar que había visto la luz.

Entonces, alguien le dijo que si era un centro del Opus, pues le había visto ir a un lugar de estudio que estaba no lejos de nuestro colegio. Y se le cambió la cara. Adquirió un gesto tenso, poco amistoso, y no contestó. Otro de los chicos repitió la palabra, "Opus", y nos quedamos alucinados. Se puso violento, y trató de pegarle, diciendo que no dijera esa palabra.

Para qué quería más. La palabra de marras se convirtió en su cilicio, tormento y cruz. Cada vez que alguien quería tocarle las narices, le decía "Opus, opus, opus, opus" y la reacción era inmediata.

Teníamos 13 años y el ya disfrutaba de un lavado de cerebro alucinante.

¿Por qué cuento ésto?

Prueben a decir, en según que ámbito, "Puta", "Marica", "Bollera", sin necesidad de usar acepciones de intención ofensiva....y la reacción será igual: agresividad derivida de un lavado de mente. Es más, hay una polémica en redes (me pregunto si realmente eso son polémicas, pero bueno, así se catalogan) con respecto a la canción de los Hombres-G, "Sufre mamón" y lo que una iluminada de nuevo cuño soltó en un programa de televisión....y en cómo se alineó el imbécil del presentador con semejante estupidez. Al leerlo, resonó en mi mente " Opus, opus, opus, opus"...y vi, con tristeza, que son los mismos perros con distinto collar.

El collar de la estupidez ligado a un lavado de cerebro. Las mentes arrasadas no tiene color. Solo idiotez y consignas.

En fin, hasta que esta ola de idiotez vuelva a su ser, habrá que aguantar, y llevará tiempo (lean el titular de la niñita ecologista en un periódico de hoy, no tiene desperdicio). Pero cuesta, sí. Llevará tiempo aún. Espero no morirme antes.

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