Hay poca. Sobra estética y falta esencia.
La sensación de que puede ocurrir cualquier cosa, de que todo es posible.
La perversidad esa que emana de una mirada, una palabra, un gesto....¿dónde estarán?
Coda primera
La hay, la hay. Desfigurada por mil lentes amorfas, disimulada tras banderas absurdas, pero la hay. Ocurre que es tan tímida, y gusta tanto de protegerse de la luz, que apenas se percibe entre tanta contaminación.
Pero ahí está, esperando cruzar la mirada contigo.
Impagable perversidad.
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