viernes, 4 de febrero de 2022

Salió sexo al final

Son días apropiados para ver el atardecer desde una habitación con chimenea. Un buen fuego, intenso y potente.

"Sería genial"

Un sillón, una buena alfombra.

"El crepitar del fuego, relaja hasta poner los vellos de punta"

Sí, igual que el calor directamente sobre la piel y las sombras arrojadas por las llamas sobre la pared. Ver el frío fuera, la caída de la noche, la humedad y oscuridad inhóspitas, acariciado por la calidez del fuego. Y la perversidad de la penumbra.....


"Es muy estimulante cuando se lee."

Y a veces cuando se materializa.

"Te despierta el deseo de querer leer la palabra sexo por algún sitio. Leo rauda para ver si llega."

Oh, no hace falta, basta con sugerirla. Una mesita al lado del sillón. Un vaso de whiskey.

"Según para lo que desees que baste."

La piel desnuda ante el fuego, solo vestida con la cadena que cuelga del collar metálico y baja por la espalda. La vara reposa al lado del vaso. Y el otro extremo de la cadena sobre el brazo del sofá.

"Es una imagen fantástica. Ayúdame a completarla con más cosas"

Las llamas dejan ver unas botas de cuero de la persona que sostiene la cadena sentada en el sillón. A veces destella el blanco de la camisa, que hace juego con la piel blanca y desnuda que reposa agitada bajo la cadena, mirando a las llamas, y ofreciendo la vista de su grup desnuda, expuesta y brillante.

Llanura tersa y virgen aún, a la espera de la caricia de la madera que reposa desmayadamente flexible junto al aromático licor dorado, de sabor intenso y fuerte, con notas severas cultivadas durante años, compendio de años de experiencia elaborando aromas únicos. Un tiron leve de la cadena hace retroceder a la pálida piel, que permanece en posición de ofrenda, hasta que encaja entre los muslos la caña de la bota, y siente como toda la humedad brillante se incrusta en el cuero tenso y suave.

Un leve toque de la vara en las nalgas indica que estas deben comenzar su moviendo, recorriendo la longitud de la caña arriba y abajo, en contacto pleno y absoluto. Lenta y lascivamente. La tensión de la cadena traslada íntegra toda la presión entre las piernas,impidiendo todo relajo.

"Sigue, por favor, estoy leyéndote"

Como una verdadera perra-ca

"Jajajaja"

Arriba y abajo. Con calma aparente y agitación indescriptible.

Mira a las llamas, y siente el reflejo de su infierno interior, del calor de la excitación y el roce que amenaza con desollar la,piel que parece querer desgastar el cuero. El ritmo se torna animal, denso, febril. El pelo cae sobre los ojos, creando una tensión animal, brutal. El deseo de dejarse ir es grande, pero no puede hacerlo. No debe hacerlo.

"Contener eso es bien jodido"

La humanidad parece abandonarla, y emerge la perra, bañada por la luz dorada de la hoguera. Fuera ya ha anochecido, y brilla la luna por el ventanal. La vara toma cuerpo presente, abandonado su función indicativa, dibujando un primer trazo profundo.

"Sigue, por favor"

El cuero abandona su sitio. Entre el pelo que cubre la cara emerge un gruñido de insatisfacción , que apenas tiene tiempo pues el tirón de la cadena la mueve al caballete que hay ante la ventana. Se monta a horcajadas sobre el mismo, cambiando la caricia amable del cuero por un rodillo de madera, algo más rígido, que encaja igualmente entre los muslos viscosos. Apoya las manos y el pecho en la ventana. El cristal frío eleva su excitación, y saber que cualquier observador curioso podría percatarse de tan espléndida visión multiplica el efecto. Nalgas, muslos y espalda quedan ofrecidos. Y comienza a silbar la vara. Tiene permiso para moverse mientras la vara esté golpeando su piel. Y podrá llegar al orgasmo tantas veces quiera.....mientras no pare la vara de golpear.

'Dime un número'

"7"

Solo 7 azotes. Aprovecha bien tu tiempo, ese es el que vas a tener para poder llegar.

1,2,3,4,5,6... y 7. Seguidos. Sin parar.
Quizá debieras haber dicho 70
Ó 700.
Pero eso lo sabrás otro día . Y la cadena te hace bajar del potro.
Ahora te toca limpiar la bota y la madera. Pero ya sin nada que toque tu sexo, palpitante y caliente...y me temo que con menos atención de la esperada. Mientras limpias, la vara vuelve a silbar. Pero ya no es igual, ;)
 

Salió sexo al final, mira.

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