lunes, 1 de junio de 2009

La oscuridad

La atracción por el misterio cesa cuando la razón desentraña lo que parecía insondable.
El desarrollo de una mente libre no necesita de estímulos oscuros para sentirse excitada.

Oscuridad y misterio son dos elementos ligados a la falta de conocimiento, y esto no es algo que me motive especialmente. Si lo hace el encontrar el camino hacia la luz. Que por cierto, no tiene por que ser luminoso. Es por ello que rechazo la exaltación de todo aquello que conduce a la superstición y al miedo.

Y doy mucho más a valor a aquellos que tienen la voluntad de transcender, vencen sus temores , y buscan la salida de la oscuridad. La oscuridad es el reino de lo mediocre y lo mezquino. Allá campea quien no se atreve a tocar su sueño. Quien no puede mostrar su verdadera cara por que se ve el cartón. Quien no está seguro de sus fuerzas, por que teme más fallar que actuar. Quien tiene el temor en su espíritu, por que es pequeño e inconsistente. Quien vive de las personalidades ajenas, como un vampiro, sin aportarles nada. Quien es incapaz de construir, por que no tuvo ni fuerzas ni valor para hacerse a si mismo. Quien no puede verse en el espejo.

¡Es tan cómoda la oscuridad! Pero el precio, negación, superstición, autocompasión y temor, es demasiado elevado.

Y en ella, no están los hombres que son dueños de su destino.

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