domingo, 19 de junio de 2011

Jengibre

Mitad por que era necesario, mitad por compromisos cruzados, esta semana no habíamos tenido aún ninguno de nuestros habituales encuentros.

Es tiempo de explorar lo menos obvio, y de salir de las situaciones favorables. De buscar las aristas, los grises, y disfrutar con ellos. Aunque no es fácil naturalmente. Hubo momentos extraños, de aparente desconexión, de alejamiento sutil. Y claro, trajeron sensaciones. Encontradas, inesperadas, pero sensaciones.

Sin embargo, una charla telefónica fue suficiente para corrobarar que el camino es el adecuado. Sí, más que suficiente. No dijo nada explícitamente (le cuesta tanto trabajo, más allá de la mera tensión sexual, decir algo de lo que le pasa por dentro), pero fue como si lo gritara a los cuatro vientos. De nuevo, los detalles, los imperceptibles detalles en tonos, omisiones y pausas, dan la medida real del juego. La confianza y la complicidad aumentan. El deseo es omnipresente....pero ya no está sólo. Nunca lo estuvo, mas ahora deja que salgan esas otras cosas.

Quedamos finalmente el viernes para el primer encuentro. Los caprichos de la naturaleza lo frustraron, afortunadamente. Afortunadamente, pues la cita devino en una velada deliciosa. Intensa, íntima, profunda, delicada....y terriblemente sexual. Y tuvo su momento impagable.

Entre los trocitos de sushi, dispuesto como los pétalos de una flor, venían las hojitas de jengibre. Se me puso una sonrisa malévola que ya conoce bien, y le expliqué para que se utiliza el adorable tubérculo, más allá de limpiar la boca entre bocado y bocado. Casi no tuve que decirle lo que había de hacer, lo cogió al vuelo, y la carita de niña pícara que se le pone cuando la excitación de lo nuevo la invade hizo el resto. Así que envolvió una tirita rosada en una servilleta, y se fue a colocarlo sobre su clítoris, sin mayor dliación. La cara de traviesa que traía a la vuelta valia por toda la tarde. Pero lo mejor estaba aún por llegar.

Y es que la complicidad y la confianza hacen maravillas, ciertamente

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