miércoles, 27 de marzo de 2013

Enseñando las cartas

La partida sólo puede tener un perdedor. Pues quien juega solo, pierde. Ayer comencé a mostrar una de las cartas que más me pesaba. Y ya está abierto el mazo. No fue difícil, quizá aprovechando el momento adecuado.

Ahora tengo un peso menos, aunque las tareas pendientes son las mismas. Pero ésta ya no la acometeré sin compañía. Nada va a ser como antes, aunque claro, es que ya no somos los de antes. No hay egoísmo en esta vertiente, y eso lo hace más sencillo. Ahora falta que no lo estropee. Pero dado el paso más difícil, no creo que lo tire todo por la borda. Los afectos están delimitados. Ahora quedan por perfilar las adhesiones. Habrá sorpresas, sí, mas ya esta todo en marcha. Afortunadamente.

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