sábado, 21 de noviembre de 2009

Daño - Fin 4ª etapa- Consecuencias

Suele ser la consecuencia de actuar sin pensar lo suficiente. O de no tender la mirada adelante. O simplemente, de momentos de debilidad en los que se hace lo que nunca debió permitir que ocurriera. Pero eso no borra ni siquiera difumina, la responsabilidad (recuerdo, este es mi blog, y hablo de mis sensaciones y convicciones. Que por cierto, no tienen por que ser hoy las mismas de ayer ni las de mañana).

Un periodo frenético me ha llevado a lanzarme por una espiral que casi me engulle. He procurado salir de ella sin dañar a todos los que en mayor o menor medida me han acompañado. Y no lo he conseguido claro. Alguien ha resultado muy afectado. Y siento pesar por ello. Pero eso no le ayuda, claro. Medi tan poco y tan mal, que al final no tuve opción de salida sin daño. Pero nunca debió producirse. Supongo que me servirá de lección. Sim embrago, ni siquiera eso es un consuelo. Para nadie

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