Son
consustanciales a una red social. Y resultan deleznables. Sobre todo los
que entran en la categoría de “cátedra educativa basada en mi
experiencia”. Son tan pretenciosos como inconsistentes y faltos de
rigor. Pero tienen una utilidad de valor incalculable: al leer los
comentarios de los entusiastas que se adhieren, permite clasificar
adecuadamente el carácter de los interfectos. Y es que dice más de ellos
que las cien mil líneas su perfil.
Todo campo tiene su abono, sin duda.
Todo campo tiene su abono, sin duda.
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