viernes, 7 de mayo de 2021

Bondades

 Hoy, por enésima vez desde que frecuento este mundo de placer y dolor (entre otras cosas), me he vuelto a encontrar con el catálogo de bondades que debiera poseer, inevitablemente, un buen dominante. Otras veces aplica a la sumisa ideal, a la dómina, etc, etc, etc... (aunque no recuerdo haber visto resúmenes similares dedicados a switchs, masoquistas ni sádicos. Supongo por la amplitud posible en el primer caso y por la especifidad tan concreta que une a los dos últimos. O quizá porque no hay tanto intrusismo en ese ámbito, quién sabe) .

Pues como decía, hoy tocó de nuevo el catálogo de bondades del dominante. Y conforme las leo, me da por pensar que no sólo lo debe poseer un dominante. También mi abogado, mi jefe, mis subordinados, mi esposa, el panadero, la frutera, el guardia municipal y hasta los monosabios de Las Ventas.

Pero, como dijo aquel ilustre formado por las cornadas y la vida,

"Lo que no puede ser, no puede ser, y además, es imposible."

 

 


What a wonderful world - Louis Armstrong.

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