Pues sí, mi querido amigo, tienes razón, y yo estaba equivocado. Un coche es un coche por serlo, y no por cómo lo conduzcas. El ego te puede hacer creer que tú creas y construyes el coche, pero el coche, es.
Es un placer confrontar las ideas con personas consecuentes y que usan el cerebro. Y que tiene un coche estupendo.
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