El estímulo necesario aparece en el lugar más insospechado....y a veces contra toda corriente.
Es una pena no saber reconocerlo. Y mayor pena aún verlo y por comodidad o cobardía dejarlo pasar.
La fortaleza de un espíritu siempre aparece. Y eso se tiene, o no. No se educa. Pero se aprende a usar y a no dejarla dormir.
Los modos no han de ser soberbios. Basta con que fluya. El resto viene solo, sin esfuerzo.
Mecido......
No hay comentarios:
Publicar un comentario