sábado, 29 de septiembre de 2012

Círculo cerrado

Me dijo que es feliz. Que está enamorada. Que le contó todo lo que hizo, todo lo que ha pasado. Que casi se le va la vida en ello. Y ahora se siente por fin feliz. Tanta dulzura por fin tiene el canal adecuado para darse entera y recibir el cariño que nunca pedía y tanto deseaba. Y ahora lo tiene, ya es suyo. Tuvo y tiene el valor de darse, de explorarse, descarnadamente, pero siempre tan dulce que no parece que haga lo que esta haciendo, que de todo lo que está entregando. Porque siempre se dio absolutamente, sin reservas. Y hasta ahora, nadie mereció tanto.

Es feliz, está enamorada, y él de ella. Sin cuerdas, ni látigos, ni cera, ni cadenas, ni vendas, ni cuero ni nada similar. Y sin embargo, está más entregada que nunca. Nadie lo supo ver. Y que no mire atrás. Ya no le hace falta.

Me alegro tanto por ella. Tanto, que espero que le dure la vida entera. Una dulce y entregada vida entera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario