Desconfío de las explosiones de verdad , porque la verdad no explota, subyace. Y no es única, depende de las circunstancias. Eso jode a los individuos, que parecen estar necesitados de reglas inamovibles para poder navegar en cualquier entorno. Y me hace gracia infinita que en este lugar, en el cual se hace pública profesión de renegar de etiquetas, de ser diferentes y de huir de quienes aplican recetas se aplauda de manera unánime a quienes explotan en verdades, se reconocen esencias universales y muestran comportamientos de pública aceptación.
Sí, hoy he vuelto a leer un texto mentiroso envuelto en una pátina de autenticidad brillante y soportado por los inobjetables adalides de la modernidad incuestionable. Una casta que viene a redimirnos de castas antiguas y que a mis ojos no dejan de ser un quítate tú para ponerme yo. Perros con distinto collar, esclavos del aplauso de una masa que entre ellos desprecian y sin embargo todos conforman.
Debería obviarlo, pero esta tarde no me dio la gana hacerlo. Mañana, será otro día.
Por Dios, qué asco me dan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario