jueves, 8 de abril de 2010

Cuaderno de bitácora 7 - Un final anunciado

No pareció ser un problema al principio. Es más, era algo que fortalecia el vínculo. Marcaba una tendencia puramente emotiva, pero desde el comienzo fue así. Dadas las circustancias, tenía que ser así. Entonces, no habria sabido hacerlo de otro modo. Empero, lo que favoreció su desborde fueron una serie de pequeñas concesiones, arrancadas en momentos de debilidad. A veces, la relación es una lucha implacable por el control. Suele llegar un momento donde se da un consenso mágico, y a partir de ahí, se bordea la línea, pero no hay excesos. Sin embargo, ese consenso nunca llegó a establecerse permanentemente. Hubo ocasiones donde se alcanzó un equilibrio, pero la energía invertida para llegar a él era excesiva como para que fuera estable.Había un camino más facil, tentador, dulce, pero en absoluto plenamente satisfactorio. Y tenía una trampa mortal; una vez tomado, no había marcha atrás.

Con todo , no fue tiempo perdido. La experiencia fue maravillosa, con auténticas explosiones de emoción, éxtasis, ansia, placer, poder y sentido. Confirmó mi condición, y aprendí a hacerla valer. También me enseño otros trucos, menos caballerosos, pero sin duda útiles si alguna vez debo defenderme. Y aprendí también que la manipulación es aún más peligrosa que en otros ámbitos. Por que se parte de una confianza absoluta........y esa confianza se da, y se toma. Pero los egos pueden hacer quei no funcione las 24 horas. Y ¿quien oculta su más intimo yo en ese momento? Esa es la lección final. Cada instante, tiene su tempo. Y no hay que confundirlos jamás. Aunque a veces duela. La mano de hierro nunca debe tornarse mantequilla.

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