un señuelo
quizá, una coartada
de un deseo frágil
o una voluntad esquiva
un brote tímido
decidido, imberbe
candoroso, casi leve
henchido de olivo
olor a ramas
aroma a cuerpo
gritos callados
y ajenos, los oidos expertos
y los nuevos también
más atentos, abiertos
captan las dos esencias
y a ambas tienen miedo
miedo a no ser como se quiere ser
temor de moldeadores modelados
sin modelo ni reino, presas
del patron protocolario
la ocasión araña desde dentro
hay que tomarla
saborearla, en el momento presente
después, ya es tarde y se vuelve al lugar
al cómodo y calido sitio
de donde nunca se ha de salir
ya soy otro, el viento cesó
y la puerta se cerró
....hasta la próxima ocasión
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