Miro hacia adelante y me
asalta el pasado. La certeza de la duda absoluta no me permite crear
nada, vislumbrar nada, proponer nada, imaginar nada que vaya a ser. Ni
siquiera que pueda ser.
La paradoja del rumbo cierto en un mar incierto bloquea todo impulso creador, aplastado por la falta de cualquier referencia posible a la vista.
Incluso a mí, que nunca me hicieron falta muchos referentes, tanta duda y una sola certeza me parecen demasiado. Y así, estoy seco. Sin esperanza de volver a fluir.
Veo el futuro como un desafío perverso del pasado. Y por primera vez, y aunque no tengo miedo, no sé qué hacer.
La paradoja del rumbo cierto en un mar incierto bloquea todo impulso creador, aplastado por la falta de cualquier referencia posible a la vista.
Incluso a mí, que nunca me hicieron falta muchos referentes, tanta duda y una sola certeza me parecen demasiado. Y así, estoy seco. Sin esperanza de volver a fluir.
Veo el futuro como un desafío perverso del pasado. Y por primera vez, y aunque no tengo miedo, no sé qué hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario