Es culpa tuya, inspiración divina de tintes diabólicos.
Es culpa tuya, diablo santo.
Cuando veo fluir esa perversidad natural en la mirada,
enroscada en el matiz de cada gesto,
sé que todo puede pasar.
Que todo va a pasar.
Y es culpa tuya que la inspiración se desborde.
Si, es culpa tuya; no lo puedo evitar.
Es culpa tuya, diablo santo.
Cuando veo fluir esa perversidad natural en la mirada,
enroscada en el matiz de cada gesto,
sé que todo puede pasar.
Que todo va a pasar.
Y es culpa tuya que la inspiración se desborde.
Si, es culpa tuya; no lo puedo evitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario