jueves, 26 de marzo de 2020

Me inspiras a pecar

Es culpa tuya, inspiración divina de tintes diabólicos.
Es culpa tuya, diablo santo.

Cuando veo fluir esa perversidad natural en la mirada,
enroscada en el matiz de cada gesto,
sé que todo puede pasar.

Que todo va a pasar.

Y es culpa tuya que la inspiración se desborde.
Si, es culpa tuya; no lo puedo evitar.

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