Anteayer vi las imágenes de una reciente fiesta fetichista en Madrid. Nada que no haya podido observar en decenas de reuniones similares. Salvo por un detalle curioso: todos los hombres llevaban barba.
Revisé la convocatoria y no, no era requisito imprescindible para asistir. Con lo cual deduzco que o bien era una hermandad, al fotógrafo le gustan los tíos con barba o es producto de seguir la moda. Probablemente, sea esto último.
En un espacio de supuesta amplitud mental de ver un batallón de clones es de de lo más desalentador.
Alguien respondió a la pregunta de qué le parecía el ejército diciendo que los militares visten todos igual, y que eso querrá decir algo.
Pues eso.
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