lunes, 14 de enero de 2013

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Dos párrafos extraídos de la carta que cerraba una etapa.

"Sin embargo, no he sido del todo honesto, ni conmigo, ni por supuesto contigo. Debería haber sabido, pues ya he tropezado con esa piedra, que la distancia acabaría siendo un obstáculo definitivo. Me he dicho mil veces que esta vez no sería así....pero no.

No es pues un factor la preocupación por si me pueden pillar o no (aunque procuro evitarlo por todos los medios, claro). Se trata más bien de la disponibilidad en determinados momentos. Si bien planifico las cosas, y trazo un itinerario a seguir en toda relación D/s, no puedo dejar de lado las sensaciones del momento. Son esas que me llevan a disponer en un momento dado de quien se pone en mis manos, sin mayor dilación. Una vez que entro en contacto real, ese aspecto es esencial para mi, y no me basta con la relación a distancia. Tengo que dar salida a esos momentos instantáneos."


Estos mismos párrafos podrían haber aplicado en alguna otra ocasión. Aunque me suelo decir que estoy aprendiendo a no tener referentes fijos, hay cosas que en mi son más permanentes que otras, sin duda. Puede que en el fondo, como alguien insistentemente aún me dice, no soy nada más que un niño caprichoso. Al menos, en algunos momentos.

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