jueves, 26 de diciembre de 2013

Desafinando en la insensatez

La sensación es encontrada. No puedo decir que no lo haya previsto, pero tampoco que lo esperara ahora. Puede que sea el tributo que hay que pagar cuando absolutamente todo es posible. No lo sé. Sí sé que he sentido, experimentado, aprendido y vivido como nunca lo hice antes, y creo que como nunca lo volveré a hacer.

Partimos de una situación en terreno neutral, renunciando a premisas individuales que en otra relación habrían sido innegociables. Yo enterrado en un pozo provocado por la deshonestidad más lacerante que haya sufrido jamás.

¿Insensato? En absoluto. ¿Desafinado? Las armonías tan particulares que hemos tejido se sustentan sobre un encuentro extraordinario, fuera de toda lógica y comprensión. Así, las sensaciones y emociones recibidas superan de un modo inimaginable cualquier esperanza y deseo que se pudiera haber vislumbrado al comenzar.

Sé que no volveré a sentir así. Precisamente por eso, no puedo estar triste. Poseo el mayor tesoro que se pueda soñar. Y es mío, para siempre.

Aunque se hay formado desafinando sobre la insensatez de una intuición plena de deseo y compartida.




 Prefiero desafinar, y seguir siendo insensato. Al final, me merece la pena. Naturalmente.

PD: No debía ocurrir aún. Pero el daño no es nunca aceptable. Y no he sabido cambiarlo.

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