Líneas escritas en la oscuridad cotidiana que inútilmente trata de domesticar el brillo que nace en lo más profundo de un sueño. Y anuncian luz.
"El dulce es un sabor elemental. Les gusta a todos los que tienen poco paladar. Es parecido al salado.
El amargo es el más rico en matices y en sensaciones, es para adultos,
para catadores, para mujeres de rodillas, con las piernas separadas y la
cara contra el suelo y los pezones rozándole.
Parecería muy amargo si
no hubiese un hombre detrás decidiendo por
donde empezar a dsifrutar. En ese momento, la amargura de la inútilidad,
la mas amarga de todas, se convierte en la dulzura del dar placer."
¿De qué sirven las flores que crecen en los caminos?
¿De qué sirve la tarde?
Paisaje inútil
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