viernes, 15 de mayo de 2015

Siempre negro

El calor delimita
los tonos del aire
al tocar la negra superficie
larga, recta, paciente

El aroma a campo
vence, sutilmente
al último vetigio urbano
aceitoso, maloliente

Frescor en la vista
ardor en la piel
verde, y azul
inmensos
y la tira negra que me lleva

Me invita, me seduce
me susurra entre los grises
más oscuros, y entre
el espejismo del agua
que no es, allá adelante

Camino del norte, antaño
hacia aquella habitación
esa cama, su dosel
el cuarto frío, austero
complice del metal,
del miedo, del cuero

Las cuatro columnas
las cuatro cuerdas
los cuatro miembros
los cuatro suspiros
cuatro horas
cuatro años hace de aquello,
siempre cuatro

Y la mirada oscura
el pelo revuelto,
el olor a campo,
perfume intenso,
la sequedad castellana
que riega el deseo

Hace cuatro días,
con el sonido de un sueño
y el calor en el borde
marcando el sendero,
negro sendero
de nuevo hacia el norte
inquieto y sereno
otro pelo encrespado,
otros ojos,
mirando hacia adentro
y otros suspiros

y la piel vuelve a quemar,
y el frescor no es cierto
más ajado, más quedo

y al final, de nuevo
una habitación,
un lecho
y el camino, negro,
negro, siempre negro.

1 comentario:

  1. Querido A.
    Siempre es un placer leerte y releerte. El tiempo pasa inexorable pero sigue estático en el recuerdo, que se aviva todos los días ahora que vas a acabar siendo mi "casero". Curiosa forma tiene el destino de coincidir...

    Me alegra saber que no te has perdido y sigues cultivando la paciencia.

    Siempre tuya
    S.

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