viernes, 4 de septiembre de 2015

La dignidad de la puta

Me mira con aparente desdén mientras su piel late con indisimulado deseo.
Baja la mirada con simulada condescencia al tiempo que su cabeza se agacha sin que pueda evitarlo.
Me reta a que le abra la boca poniendo al alcance de mi mano el pelo para que agarre con fuerza.

Tiro hacia atrás con firmeza, cierra los ojos en un gesto que quiere decir que ocurre porque ella quiere, al tiempo que comienza a saborear el gusto de querer porque te siente obligada a querer.

"Quiero porque me haces querer.....aunque me hagas querer ser la puta."

Y disfruto.

Y disfruta.

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