Es el momento de tomarse unas merecidas vacaciones.
Desde luego, un día como hoy, en el que al asomarme a la ventana sólo veo viento, lluvia y agua-nieve, frío y ambiente gris, marca el instante adecuado para partir hacia latitudes más cálidas y acogedoras.
Puede que sea un viaje de placer, o incluso uno sin retorno.
Quién sabe.
Prometo hacer intención de mandar alguna postal.
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