Días así

La eterna dualidad.



Hacer o dejar seguir.

Blanco o negro.

Debe ser o no deber ser.

Se puede o no se puede.

Decidir o quedarse en los matices.

Actuar o posponer.

Es así, o es lo que parece.

Visceralidad o pensamiento.

O no es, o no lo parece.

Impulso o calma.

Quiero o no quiero.

.........

y así hasta el infinito.

Y la respuesta es.....que cada momento es diferente. Y nada y todo vale. Al final, los ingredientes del cóctel son variables, y por desgracia, nunca los mismos que usamos en aquella ocasión parecida y que nos fueron tan bien. O afortunadamente, tampoco la proporción que en ese otro momento nos causo aquel desastre.

Es una opción vital, en definitiva. Saber adaptarse para obtener lo que se desea, sin caer en el error o la complacencia.