lunes, 1 de abril de 2013

Tutorías

El jueves comencé a mentorizar a instinto. Está lejos, puede que nunca nos veamos, pero es innegable el deseo que le mueve. Me parece tan lejana la primera vez que percibí algo así en alguien. Curiosidad, excitación, ganas, temor, verguenza. La sensación de no saber, de querer conocer.

El sábado estuvimos repasando algunos términos. Es agradable dar ese apoyo, esa seguridad a alguien que empieza. Yo tuve quien me la dio, con tres o cuatro palabras escogidas en momentos adecuados. Ahora que caigo, tampoco le puse nunca cara o nombre. Y un día cesó sin más la comunicación. Pero el recuerdo de esa ayuda quedó grabado en mi, y si ahora alguien la solicita, la tiene.

¡Qué menos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario