Tanto, que comienzan a aparecer, por la ruta más insospechada, ciertos retazos de ese espíritu especial que a veces me sale. No está limpio, ni claro, pero vuelve.
Y me encanta.
Sí, me gustó verme en el espejo, y a pesar de estar aún desmejorado, aparece cierto brillo en los ojos otra vez. Quizá sea la primavera.
Naturalmente.
Esta será la próxima obra que monte. A ver que sale. Por ánimo, que no quede.
Y una propina
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