lunes, 15 de abril de 2013

Más entrelazados

Alguna teoría quedó por el camino, desarmada por completo por la insondable realidad. Eso de los mundos estancos. Emocionalmente es algo muy difícil de cumplir. Y es absurdo racionalizar ciertas sensaciones. Se dan. Y lo positivo es tomarlas como vienen y disfrutarlas. Y la pasión es una de ellas.

A veces se la teme con un complejo de culpa, como si nos fuera a devorar (que biblico suena ¿verdad?). La pasión tiene muchas ventajas. Impulsa, anima, vigoriza, equilibra. Y sobre todo, se autoregula, y siempre llega a un cenit y luego decae, se atempera. Llevada positivamente, es lo más delicioso que hay.

No es una opción razonable sufrir por que sí, cuando hay otros caminos. Y sobre todo, no hay culpa. Es absurdo ceder al complejo de la culpa, o pensar en causa/efecto entre acciones que no la tienen. Y sufrir una pasión correspondida.....no tiene nombre.

Y es que no es cuestión de blanco o negro. De pureza o contaminación. Hay matices, y un ámbito amplio para acomodar todas las sensaciones, reflexiones, sentimientos y deseos. Siempre y cuando se haga lo que se debe hacer con quien se debe hacer. Y no se produzca daño. Por supuesto, requerirá un esfuerzo, y una disciplina, a veces considerable, pero debe existir la correspondiente contrapartida que recompense. Si no, es absurdo, volvemos a la culpa y el dolor. Y joder, la culpa es un concepto religioso para manejar voluntades ajenas. No es propio de mentes libres.

No se debe confundir una mente libre con una incosciente. Que ese es el otro extremo del péndulo. De nuevo, llego al daño. A la ausencia de daño. Tanto propio como a terceros.

"de eso modo no es corudra
querer curar la pasión
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura"

Pues eso. Quien sabe cuando volverá a pasar una pasión por delante de tu puerta. Puede que nunca más. Así pues, si tienes una en la mano......disfrútala.

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