miércoles, 22 de mayo de 2013

La piscina

-Qué calor hace, aunque ya es media tarde

-Sí, sí hace calor

-¿Quién me habla?

Miró a su alrededor, pero nadie parecía dirigirse a ella. Además, la voz sonó de un modo apagado, pese a que la escuchó con suma claridad.

No obtuvo respuesta, y tras el breve instante de perplejidad, se volvió a recostar en la silla, echando un vistazo de vez en cuando a la piscina. "Será el calor", pensó, y entornó los ojos.

-Pues claro que es el calor. ¿Qué otra cosa va a ser?

Se sobresaltó. De nuevo, la voz, claramente. Pero seguía sin haber nadie lo suficientemente cerca de ella como para ser origen sonido similar. 

-¿Qué miras? ¿A quién buscas? ¿Es que no sabes quién soy?

Aquello era demasiado. No sólo se dirigía a ella sin saber de donde, si no que encima le estaba vacilando. Una alucinación estival vacilona....no, no puede ser. Es el calor, seguro

-Desde luego, echarle la culpa al calor....no hay otro más cerca. Sabes que soy yo.

¡Vaya! No es sólo que le hable, impertinentemente. También parece saber que piensa. Descaro, anticipación, ahora falta la picardía y...esa voz, me resulta familiar. Tan cálidamente familiar.

-Y ya está, el cóctel completo. Lo que tanto te gusta. Pero aquí, en público...mira que eres ¿eh?. Vamos, vamos, que ya sabes que te gusta jugar. ¿Seré el reflejo de tu propio pensamiento?. ¿Soy ese mismo pensamiento?. No, no es el vino de la comida, ni que te haya dado el sol en la cabeza.

Desde luego, descaro tiene, sí. ¡Y también parece conocerme!. Creo que demasiado bien, mucho más de lo que desearía. Pero ¿quién eres?

-Soy yo. Ya sabes quien. Me estabas llamando ¿verdad?

Joder, pues sí, parece El. Ya notaba cierta predisposición, sí. Pero, pero....no se le ocurrirá hacer nada aquí. Si están mis sobrinos en el agua, mirando de vez en cuando, y la gente alrededor, y...

-Y ¿qué?. Anda, mírate el bañador. Como pase alguien ante ti, lo primero que va a ver es que parece que a pesar del calor, tienes frío. ¡Se marca tan claramente!. Por no hablar de lo que no es evidente...todavía.

Sí, es El. El jodido capullo que tan bien me conoce. Joder, joder, es cierto, ¡cómo se marcan!. Mira que uso este bañador sólo para bajar a la piscina, sin bañarme, que luego sé lo que pasa, pero claro, no esperaba que apareciera así. ¿Qué tendrá en la cabeza? ¿O lo tengo yo? Creo que ya se lo que viene ahora....

-Naturalmente que lo sabes. Pues lo estás deseando. Ni sobrinos, ni piscina, ni bañador, ni compañía. Anda tumbate en la hamaca, a ver si así se atemperan los relieves tan exagerados que marcas sobre la tela. Claro que con ese pecho que tienes, cualquiera que pase no va a mirar a otro sitio. Y si encima nota que pareces estar tan, tan...a gusto.

Oh, no....lo va a hacer. Pero no puedo, aquí no, por favor......

-¡Aquí no, aquí no! Vaya forma de suplicar. Estás pidiendo que suceda. Como de costumbre

No, no por favor, me vas a poner en evidencia

-Me debo estar haciendo mayor. Cuanto ruego.....¿me afectará?. No, no creo. Vamos a hacer un trato (aunque sé bien que harás todo aquello que se me antoje)

Ufff, un trato. Contigo. Será peor. Sin duda. No sé

-Bueno, entonces prefieres que sea explícito...

Vaya, explícito. No suele serlo, me conduce a que sea yo quien pida....pero, no, no que sabe todo lo que pienso, ¡fuera!, no, no quiero.


- Ya es tarde, querida, lo has pedido. Y ya sabes que a veces soy tan obediente.

Sí, sé que lo eres. Como sé que al final, hoy tendré que estrenar el bañador. Y no precisamente para llamar la atención. Aunque no podré evitar que así sea.

-Pues relájate, y disfruta. Yo prometo hacerlo. Al final, no sabes aún si soy yo o eres tú.

No, ya me me cabe ninguna duda, "señor"
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario