domingo, 1 de septiembre de 2013

Tareas

Tuve noticia de ese método hace tiempo. Fue al leer el blog que mara tenía en el lugar donde la conocí. Fue un gran impacto, no tanto por las tareas concretas que se encargaban y detallaban como por la explicación pormenorizada de que pretendían. Además con la doble visión de ambos, Dom y sumisa.

He de reconocer que a primera vista era bastante escéptico acerca de su efectividad. Todo parecía depender del ánimo que pusiera la sumisa en ello. Sin embargo, el que estuvieran dirigidas a obtener un dominio de la mente más que del cuerpo o las pulsiones sexuales hizo que las leyera con suma atención.

Tanta, que hoy, inconscientemente, se han incorporado con preeminencia en el modo que tengo de acercarme a la otra persona e ir tomando posesión. Porque sí, aunque suene pretencioso, prepotente, narcisita y como se quiera calificar, el objetivo es ese. Tomar posesión. Hacerlo sentir y poco a poco ir tomándola.

Lo primero que me llemó la atención fue la ausencia de imposiciones absurdas. Todo, absolutamente todo, está razonado, calculado y medido, pero teniendo en cuenta las características de la persona a quien se dirigen. No se trata de una mera aplicación de recetas. Y se basa en el poder de convicción, más que en la imposición. Lo que más obliga a alguien a hacer algo es que se sienta convencido de que debe hacerlo.

Si luego añadimos del modo tan claro con que plantea los conceptos de humillación, súplica, sumisión mental y obediencia y los desarrolla y muestra a través de esas tareas, auna todos los ingredientes para que el cóctel resulte irresistible.

Sí, se que no es algo que se pueda aplicar con cualquiera. Requiere que exista esa voluntad, y una confianza real. No ciega, sino real. He podido comprobar que sin esa confianza se convierte en algo muy peligroso, tanto para quien lo usa como para quien lo recibe. Las percepciones que se retornan pueden ser falsas y entonces el extravío es seguro. Y las consecuencias, según la implicación que haya, devastadoras.

Afortunadamente, casi siempre he tenido esa confianza. Y ahora que nuevo lo siento sobre alguien que responde, confía y me hace confiar, disfruto como nunca de las sensaciones que me proporciona. Y me hace propocionar, naturalmente.

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