miércoles, 7 de agosto de 2013

De pijas y zorras - Un deja vú inducido

M y L son hermanas. Niñas bien que se decía mucho tiempo atrás. En apariencia eran muy similares. Monas, despreocupadas, atractivas, con descaro que no descaradas, hipocritillas, quejicas, volubles,  caprichosas....

Unas auténticas pijas, de las que no les gusta oir que lo son, pero que en el fondo de su alma no reniegan de la acepción; es más, les molestaría no ser consideradas así. Pero sin decirlo.

Una "anecdota" de L las define. Una vez se encaprichó de unos zapatos. Se los pidio a su madre, y no sé por que extraña razón, esa vez no obtuvo lo que quería. Entonces, ni corta ni perozosa, se fugó de casa. Se fue al lugar donde veraneaba (estábamos en invierno) con un corredor de rallies con el que tuvo relación durante el verano. Tardó 4 días en aparecer y volver. Y traía los zapatos. Por aquel entonces, aún le quedaba tiempo para cumplir los 18.

La realidad, sin embargo, es que eran muy diferentes. L es la mayor, pero no se cuanto. En esos momentos de la vida uno no pregunta la edad, si no el curso, y con ellas no era un método fiable para saber los años que se llevaban. No creo que más de uno y medio. Sin embargo, a L nunca le interesó lo que hacía en el colegio más allá de las relaciones que tenía. Y M iba en su curso. Como lo cual las referencias no existían.

M tenía modos de buena chica. Con algo de responsabilidad, cierta atención. La preferida para salir con ella. L, sin embargo, tenía fama de zorra. Sin falsos pudores, cuando alguien le interesaba era directa y se olvidaba del resto del mundo. Y su interés era amplio e incostante. La preferida para bajar al parque.

Mas, en realidad eran al revés de como habían sido etiquetadas. Sí, L se iba detrás de cualquier chico que le apeteciese.Lo hacía sinceramente, sin doblez alguna. Nunca supe que le prometiera nada a nadie. Podías estar hablando con ella, y si veías que su mirada ya no te seguía, es que su radar había escogido y ya no existía nadie más. Pero nunca engañó a con quien estuviera. Otra cosa es que quien la pretendiera se engañara con ella.

Sin embargo, la zorra de verdad era M. Falsa hasta la saciedad, no veía más allá de si misma. Con la diferencia de que ella sí engañaba, manipulaba y hacía lo que fuera necesario para satisfacer sus antojos. Una vez estuvo a punto de hacer que un amigo se pegara conmigo porque me vio la camiseta manchada del rimmel de la chica. La muy zorra dejó la marca apropósito, no se aún hoy con que motivo (supongo que quiso ocultar al chico que se le había antojado otro pero no quería dejar lo que tenía y me usó de cortina de humo), y salio de aquella trifulca como la pobre ofendida. Afortunadamente no tenía ningún interés por ella, si no, me habría pegado con un amigo.

No, a mi me gustaba L. L simplemente habría mirado a quien le gustaba y se habría dado la vuelta. Y jamás habría tratado de dar explicaciones estúpidas para justificar su capricho. Y es tan dulcemente acogedora, con un poso de aparente ingenuidad que la hace adorable. Un auténtico espíritu libre. No sé por donde la ha llevado la vida; al comenzar la carrera la mía dio un cambio brusco y no volví a saber de ella. Pero me encantaría volver a verla.

Sin embargo, a mis amigos les gustaba M y a L sólo se acercaban si intuían posibilidad de tirársela. Para ellos, la zorra es L. Para mi, sin duda es M.

El deja vú me lo trajo el velo de una pija caprichosa al hilo de cierta entrada en el foro de una página a la pertenezco. Pareció L durante un tiempo, pero se está revelando como una autentica M. Cada día que pasa, más. Vueltas que da la vida. Al final, un patio de colegio, como entonces.

Como si aún no hubiera cumplido los 18.


Epílogo

Tras escribir la entrada y recordar aquellos tiempos, traté de dar con ambas. Una casualidad (un apellido y una esquela, que curioso) me permitió seguir el hilo, y di con ellas.

Me hubiera gustado que cambiara el tono final, y decir que M sucumbió a lo podrida que está y que L disfruta de lo que tiene. Pero no es así.

M es lo que se espera de una pija zorra y manipuladora. En su perfil aparece sonriente y coleccionando víctimas (entre ellas aquel amigo con el que casi me pego)

L....sólo tiene una foto, y se ve cansada. Al menos, vive en el lugar aquel al que la llevo su fuga adolescente. Espero que eso sea suficiente para ella.

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