miércoles, 28 de agosto de 2013

Lo has hecho tuyo siendo mía.

Tiene un temperamento único.

Especial.

Tanto que he de retenerla. Siempre puede dar más.

Iba a poner que pide más, pero no, no lo pide.

Lo da.

Es una diferencia sutil. Muy sutil. Y ha aprendido a hacerlo en sólo cinco días.

Es asombroso, realmente. No sólo que lo aprenda, sino que haya dejado ese miedo atrás de un modo tan claro.

Da tanto con tanta intensidad que he de atemperarla .....sí, soy reticente a usar esa palabra que subyace, pero es por eso, sí.

También es dura, no se rompe fácilmente. Claro, que es que no debe romperse, en modo alguno.

El ritmo es deliberadamente lento ahora. No hay que correr.

y aún queda jugar con los olores
el tacto
la presencia
la cercanía
los tiempos
la mirada
el lenguaje del cuerpo
el dolor
los gestos
la humedad
...
casi todo

Despierta mi perversidad de un modo que casi tenía olvidado, y aún más. Y responde a ella sin hacer aparentemente nada.

Pero está,
admite,
responde,
juega,
provoca....

Menos mal que no hace nada. Claro que le sale tan fluido y natural que parece que no es nada. Todo es natural. La excitación, el deseo, las sensaciones, la mala leche, el arrepentimiento, la convicción...todo.

Sumisa, no sumisa....da exactamente igual. Es mía y mía se siente.. El resto está de más.

Es así porque yo le hago ser así.
Y yo le hago ser así porque me estimula para ello

Hay una realimentación real, positiva. Deliciosa.

Ese es el punto.
Y la esencia.
Y ahora la ve y la siente.

Da igual entenderlo o no.

Lo has hecho tuyo siendo mía. (Ahí queda eso...casi "ná")

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