martes, 27 de agosto de 2013

Señales

Se traspasa. Un cartel muy común, en estos días.

Lo he visto en breve tiempo en lugares que me son muy queridos, y que sé que no van a estar en su vuelta a la actividad a la misma altura que los originales.

Aunque hay otros que sin duda van a cambiar a mejor. En fin, es el estado del arte en estos momentos.

Uno de ellos me ha llamado hoy la atención. No pasaba por delante de la puerta desde hace un par de meses o tres. Es el restaurante japones en el cual tantas y tantas veces he estado jugando estos años atrás. Y comiendo, claro. La verdad es que en cierto modo su deterioro fue paralelo al de las escenas que allí tenían lugar. Aunque no creo en el destino ni en las señales, al ver hoy el cartel con su nuevo nombre he sentido una especie de alivio. No sé por qué. Durante los días de transición que se han sucedido en estas semanas pasadas con un vértigo incontenible, este lugar apareció varias veces, de un modo a veces insospechado. A lo mejor es que el jengibre tienes más seguidores de lo que parece.

Probablemente aún mantenga ese rincón tan apropiado para jugar, aun que algo me dice, vista la imagen que arroja ahora, que no será igual. Quizá entre algún día a verificarlo. Puede que sea un buen modo de eliminar ciertas impurezas que aún permanecen. Lo que es indudable es que hoy, al verlo, lo sentí como una estupenda metáfora de la nada que realmente se enseñorea donde pareció haberlo todo. Aunque no creo en las señales, claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario